Conforme pasa el tiempo, cada vez veo más clara la necesidad de realizar investigaciones dentro del aula. No creo que investigar qué sucede en educación, salvo para cuestiones macro, se pueda hacer a distancia, enviando un simple formulario a los centros o, como se está haciendo en los últimos tiempos, poniendo un “por favor, podéis contestar a esta encuesta que estamos haciendo desde la Universidad X” en las redes sociales. No es serio. Y, por desgracia, es lo que sucede con demasiadas investigaciones que se están haciendo sobre educación en nuestro país.

Pues bien, como tengo claro que lo mejor es hacer investigación dentro de las aulas y, de esta forma poder saber qué podemos mejorar en cada centro o la posibilidad de exportar esos resultados, por ser relevantes y repetidos en varios contextos, veo interesante escribir el artículo de hoy, dando unas pinceladas acerca de cómo debería llevarse ese protocolo de investigación educativa desde el aula. Sí, tengo claro que para que los docentes colaboraran en esas investigaciones deberían tener horario para poder hacerlo. O establecer un sistema para que fuera un equipo de docentes, liberados de tarea docente (por ejemplo, los que se hallan en los centros del profesorado), los que lo hicieran.

Un protocolo de investigación educativa desde el aula es un documento que describe los objetivos, las preguntas, la metodología, el diseño, los instrumentos, el análisis y la difusión de una investigación realizada por los docentes en su propio contexto educativo. El propósito de este tipo de investigación sería, como he dicho antes, mejorar la práctica pedagógica, resolver problemas, innovar o generar conocimiento sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si no investigamos ni evaluamos, como he repetido en múltiples ocasiones, estamos actuando por intuición o aplicando la experiencia. No es malo aplicar la experiencia, pero deberíamos tener un sustento, basado en lo que dicen las investigaciones, para validar nuestra propia praxis diaria.

Así pues, permitidme que os explique cómo haría un protocolo de investigación educativa desde el aula. Lo voy a hacer con un ejemplo porque, al final, es mucho mejor ejemplificar que dar unas pinceladas generales. Y, en este caso, hay un montón de investigaciones que podríamos hacer.

Título

El uso de las TIC como herramienta para el desarrollo de los aprendizajes básicos en el área de matemáticas en la ESO.

Objetivos

  • Analizar el impacto de las TIC en el rendimiento académico del alumnado de matemáticas.
  • Identificar las ventajas y desventajas de las TIC como recurso didáctico para el aprendizaje de las matemáticas.
  • Diseñar y aplicar una propuesta de intervención, basada en el uso de las TIC, para el desarrollo de los aprendizajes básicos en el área de matemáticas.

Preguntas de investigación

  • ¿Qué efectos tiene el uso de las TIC en el rendimiento académico del alumnado de matemáticas?
  • ¿Qué beneficios y dificultades presenta el uso de las TIC como recurso didáctico para el aprendizaje de las matemáticas?
  • ¿Qué características debe tener una propuesta de intervención basada en el uso de las TIC para el desarrollo de aprendizajes básicos en el área de matemáticas?
  • ¿Existe alguna diferencia entre los efectos del uso de las TIC, para el aprendizaje de las matemáticas, en función del curso concreto de la ESO?

Metodología

La investigación se basará en un enfoque mixto, combinando métodos cuantitativos y cualitativos, con un diseño cuasiexperimental de grupo control y grupo experimental. La muestra estará compuesta por dos grupos, para cada uno de los cursos de la ESO, de, aproximadamente, 25 alumnos cada uno, de un centro educativo público de la Comunidad Valenciana. El grupo experimental recibirá una propuesta de intervención basada en el uso de las TIC para el aprendizaje de las matemáticas durante 12 semanas, mientras que el grupo control seguirá el método tradicional, sin el uso de dispositivos digitales. Se utilizarán los siguientes instrumentos de recogida de datos:

  • Prueba de evaluación inicial y final de matemáticas, para medir el nivel de conocimientos y habilidades matemáticas de los alumnos antes y después de la intervención.
  • Cuestionario de actitudes hacia las matemáticas y las TIC, para conocer el grado de interés, motivación y satisfacción de los alumnos con respecto al aprendizaje de las matemáticas y el uso de las TIC.
  • Diario de campo del investigador, para registrar las observaciones, reflexiones y valoraciones sobre el desarrollo de la intervención y el comportamiento de los alumnos.
  • Entrevista semiestructurada a una muestra de alumnos y docentes, para profundizar en las opiniones, percepciones y experiencias de los participantes sobre el uso de las TIC para el aprendizaje de las matemáticas.

Análisis de datos

Los datos cuantitativos se analizarán mediante técnicas estadísticas descriptivas e inferenciales, utilizando el programa SPSS (lo sé, seguro que hay otros programas mejores, pero a mí me iba muy bien en mi ingeniería). Se calcularán las medias, desviaciones típicas, frecuencias y porcentajes de las variables, así como las pruebas de normalidad, homogeneidad y comparación de medias entre los grupos. Los datos cualitativos se analizarán mediante técnicas de análisis de contenido, utilizando el programa NVivo (no lo he usado nunca pero personas que se dedican a esto de la investigación en ámbito social, me dicen que es de los mejores -y, como siempre, me fío de los verdaderos expertos-). Se realizará una codificación abierta, axial y selectiva de las unidades de significado, generando categorías, subcategorías y temas emergentes. Va, en lenguaje llano… los resultados se agruparán en diferentes bloques y subbloques.

Difusión de resultados

Los resultados de la investigación se difundirán mediante la elaboración de un informe final, que incluirá los antecedentes, el marco teórico, la metodología, el análisis, las conclusiones, las limitaciones y las recomendaciones de la investigación. El informe se presentará al equipo directivo y al claustro de profesores del centro educativo, así como a la comunidad educativa a través de la página web del centro. También se procederá al envío del mismo a la administración educativa que, después de consultarlo con su equipo de investigación (debe montarse ese equipo que, además será el que ayudará a lo largo de la investigación), decidirá si vale la pena contrastar resultados con la realización de la misma investigación en otros centros. Y, en caso de ser resultados coincidentes, se tomarán decisiones a nivel de la propia Conselleria.

Lo sé. Es un resumen muy sencillo de cómo funciona una investigación educativa pero, lo que quiero que os quede claro después del post de hoy es que NECESITAMOS CON URGENCIA proceder a realizar investigaciones que sirvan y hacerlas dentro del aula porque, por mucho que se publiquen cientos de papers sobre investigaciones educativas en nuestro país, podemos contar con los dedos de una mano los que se basan en intervenciones directas en el aula, con control exhaustivo de los investigadores o resultados que sirvan de algo para nuestro alumnado. Y es una pena.

Es importante saber qué funciona y qué no en el aula. Lo sé. Depende en gran medida del contexto, pero esta aproximación podría servirnos para ofrecer un mejor enfoque pedagógico a nuestro alumnado. ¿Qué pensáis?

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