Estoy preocupado. Más allá de la incapacidad de dormir en los últimos tiempos, despertándome a las cuatro o las cinco de la mañana, sin poder volver a retomar ese sueño tan necesario, me encuentro con un montón de limitaciones en la comprensión de ciertas cosas. Y una de las cuestiones que no entiendo, más allá de la hipocresía de algunos especímenes relacionados con la educación, tanto en redes sociales como en los medios, es en qué consiste la enseñanza tradicional. Bueno, eso que nos dicen que es la quintaesencia de los problemas educativos de nuestro país.
Por favor, agradecería que alguien me dijera qué es enseñanza tradicional porque, en demasiadas ocasiones, me cuesta diferenciar en qué consiste un modelo tradicional versus un modelo innovador. No sé todavía qué diferencia hay entre mandar deberes para casa o mandarles un vídeo, salvo que lo primero se denomina mandar deberes o tareas y lo segundo flipped learning. ¿Es tradicional todo aquello que no puede traducirse por un anglicismo? ¿Es tradicional todo aquello que no usa la tecnología? ¿Es tradicional todo aquello que no venden determinados personajes o determinadas empresas?
¿Es hacer proyectos algo tradicional? Es que los proyectos en el ámbito educativo se hacen desde hace siglos. Entonces, ¿establecer un modelo educativo que abandone los proyectos es algo innovador? ¿Depende de cuando se aplicó una metodología o herramienta que algo sea tradicional o innovador? Es que, como he dicho al principio tengo mis dudas porque, os prometo, sin ironía ni sarcasmo ninguno, que intento comprender en qué consiste la diferencia entre una educación tradicional y una educación innovadora.
¿Las aulas del siglo XXI son tradicionales? ¿El modelo de distribución con mesas y sillas con visión directa hacia el docente es un modelo tradicional? ¿Entonces, el modelo educativo, que consiste en hacer salidas o juntar las mesas en forma circular o de U, que se realizaba en los lugares de culto, donde existían monjes que se reunían para aprender, en aulas que seguían esa forma, es un modelo tradicional o innovador? ¿Tiene que ver que algo sea innovador que se haga por parte de algunos, que sea muy promocionado en congresos o que funcione con el alumnado?
¿Investigar en educación es algo innovador? ¿O es tradicional si las investigaciones dicen algo que no nos gusta? ¿Cuál es la diferencia entre una investigación que refuta las inteligencias múltiples y un ponente que las avala en un curso de formación? ¿Por qué el ponente es innovador? ¿Ir en contra de las evidencias y de las investigaciones educativas es innovador? ¿Pintar el cerebro de colorines y ponerlo en un PowerPoint es innovador? ¿Un PowerPoint es innovador? ¿Hacer una suma en una tablet es innovador? ¿Me podéis ayudar a entenderlo? Os lo pido por favor.
¿Hacer una evaluación cualitativa es innovador? ¿Un examen tipo test es tradicional? ¿Si el examen tipo test se convirtiera en un kahoot, entonces sería innovador? ¿Es tradicional escribir sin faltas de ortografía? ¿Es innovador tener un canal de TikTok para exponer a tu alumnado? ¿Es innovador dar Historia en inglés? ¿Es tradicional dar notas e innovador hacer rúbricas para sacar una nota final? Lo siento. Es que no lo entiendo. Ya os he dicho al principio de este artículo que mis limitaciones son las que son. Y con la edad se van acrecentando a marchas forzadas.
A ver, antes de que se me olviden otros ejemplos, voy a intentar exponerlos antes de cerrar el artículo. ¿Por qué es innovador meter a alumnado con ciertas discapacidades en un aula en lugar de llevarlos a centros específicos con especialistas? ¿Por qué es tradicional pretender que el alumnado aprenda ciertas cosas e innovador dejar que aprendan lo que quieran cuando quieran? ¿Por qué es innovador no suspender a nadie y promocionar por defecto? ¿Por qué se considera tradicional pretender que el alumnado se esfuerce? ¿Quién ha decidido qué es innovador o tradicional? ¿Quién ha decidido, aparte de qué es innovador o tradicional, decir que todo lo tradicional es malo por defecto? ¿Si doy clase en zapatillas de ir por casa y hago algo que me permita salir en los medios, como sacar un conejo de una chistera, estoy haciendo una práctica innovadora? ¿Ser extravagante es innovador? ¿Intentar huir de las estridencias pedagógicas es ser tradicional?
Ya os he dicho que no entiendo en qué consiste la enseñanza tradicional y por eso os pido sopitas a los que, en todos vuestros discursos, habláis de que la enseñanza tradicional es mala. ¿Me podéis decir por qué? Bueno, más bien, ¿me podéis decir en qué consiste la enseñanza tradicional y cómo perjudica al alumnado? No es para un amigo. La respuesta es para mí.
Finalmente deciros que hoy, después de los buñuelos de ayer y de la paella que me voy a enjaretar hoy, quizás sea el último día en el que me leéis. Deseadme suerte. Y, en caso de no tenerla, que los médicos que me atiendan tengan muy claro que lo que deben hacer es curarme y no preocuparse de debatir acerca de si tienen que hacer un acercamiento innovador o tradicional.
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Llevo más de 30 años en la enseñanza y cuando me hablan de enseñanza tradicional realmente se refieren a la que recibieron mis padres, que tienen más de 80 años, en las escuelas franquistas. Solo tenían un libro con todas las materias que tenían que memorizar al pie de la letra. Sí, mi madre se sabía la lista de los reyes godos. Y si mi padre no se aprendía la lección, le pegaban con una regla en las manos y lo ponían de rodillas. Pero lo que no entienden muchos es que, a pesar de esta pesadilla de estudios, los dos se sienten agradecidos por haber podido estudiar, pues sus padres y abuelos tuvieron que ponerse a trabajar muy duro desde jóvenes y eran analfabetos.
A Dios gracias, este tipo de enseñanza quedó atrás hace muchísimo tiempo, pero a los gurús de la enseñanza les sigue interesando contraponerlo con sus supuestas innovaciones educativas. Yo empecé a trabajar impartiendo clases de Lengua en BUP y COU y ya en aquella época hacíamos proyectos y trabajos colaborativos, aunque no los denomináramos así, bien es verdad que se exigía la lectura y comprensión de textos complicados, que no se permitía tener más de una falta de ortografía en COU para poder aprobar el examen (y la Selectividad) y que había que hacer comentarios de texto libres (no memorizados) redactando con coherencia y adecuación. A lo mejor es que eso es lo que les parece muy tradicional. Puedo decir que he pasado por todas las reformas desde entonces y que ahora utilizo el Idoceo para el seguimiento y las rúbricas, y el Kahoot, y el Coggle para hacer mapas conceptuales, y el…
Veinte mil recursos que al final se pierden, porque no llegan a conseguir ni de lejos, por múltiples razones, lo que importa: que nuestros alumnos tengan una destreza lingüística minima para su desarrollo como personas en la sociedad y para sus estudios posteriores.
He de decir que, si acaso, solo destacaría de las últimas reformas educativas su compromiso por la inclusión de los alumnos de NEAE. Otra cuestión es cómo y con qué medios se han dotado a las escuelas para que esa inclusión sea efectiva. En fin…
Lo que importa, como bien dices, es que «nuestros alumnos tengan una destreza lingüística mínima para su desarrollo como personas en la sociedad y para sus estudios posteriores». Pero esto, por desgracia, queda postergado por la necesidad de seguir argumentando acerca de una educación que no existe. Y que, por interés, algunos se inventan. Los molinos de El Quijote en versión educativa.
jordi:
por tradicional debemos entender las acciones y conductas pedagógicas o no..(tendientes a la enseñanza o la formación) cuando fuimos unicanal, orales, con correctivos vejaministas, monofonicos, y dictadores y copistas, hijos de la repetición…
cuando cambia por un mundo global, intercomunicado, de percepciones y vitalizador de otros sentidos e interacciones; entiendo inmediatamente su confusión y desvarío.
¿Cuándo fuimos unicanal? ¿Y eso cuándo fue? Yo estudié en EGB y hacía más proyectos, salía más del aula en excursiones y aprendí, en mi caso, más de lo que quizás podría haber aprendido con este modelo actual. Quizás la sociedad ha cambiado. No. Lo tengo claro. La sociedad ha cambiado pero, ¿podemos definir educación tradicional como algo opuesto a la innovación? ¿Y en qué sentido es peyorativo el primer concepto y por qué debemos abrazar el segundo? Los canelones de mi abuela estaban fantásticos y ahora como paellas buenas y malas. Algunas, por cierto, tan innovadoras que les ponen chorizo. Bueno, no es paella. Es arroz con cosas. ¿Qué hay de malo en dejarse de tradición versus innovación y hablar de prácticas educativas que funcionan frente a prácticas que no lo hacen? Un saludo y gracias por comentar.
Buenos días Jordi,
Creo que resulta incuestionable que, de forma general, en las últimas décadas ha disminuido la motivación del alumnado así como el aprendizaje neto (o la capacidad de hacer cosas como se dice ahora). No sé cuánto de relación directa existe, pero algo, aunque sea poco, debe tener bueno o podemos aprovechar de la «educación tradicional».
Considero que la metodología y los aspectos que afectan a la docencia en general deben evolucionar para servir lo mejor posible a nuestro fin último. Ahora bien, el cómo se hace puede marcar el resultado de los acontecimientos. Estamos viviendo una imposición (legal y moral) sobre cómo abordar nuestro trabajo, y lo peor es que un año es así y el siguiente es asá, y además, para todos los cursos a la vez, porque sí. Insisto, bienvenido sea el cambio y la evolución, pero gradual, evaluada, consensuada, explicada y fundamentada. No podemos pretender creernos los descubridores de la solución pedagógica definitiva sin mirar nada más, ni lo todo lo bueno que se ha hecho años atrás.
En conclusión, creo que falta prudencia y unos tiempos adecuados hacia la búsqueda de una metodología y una docencia actualizada, y alguien que objetivamente valore los pasos que se están dando y los haga públicos a los interesados.
Enhorabuena Jordi por seguir abriendo melones. Me encanta leeros.
No creo que ahora esté menos motivado el alumnado que antes. Lo que sucede es que hemos cambiado el paradigma hasta caer en el esperpento, abandonando lo que funcionaba, en lugar de cambiar solo lo que no lo hacía. Pero bueno. Esto de la educación, al igual que las cuestiones sociales, es algo cíclico. Con los problemas que tiene todo lo cíclico. La desgracia de tener que jugar a que A sea mejor/peor que B de forma global, en lugar de quedarnos con todo aquello que funciona y generar debates absurdos, maximalistas y basados, como en el caso de los que hablan de educación tradicional o pedagogías activas, irreales. Un saludo y muchas gracias, tanto por tus palabras como por el comentario.
Desde mi humilde opinion, como cero experta en el tema, intuyo que lo que se considera tradicional en España es el modelo educativo que se centra en la transmision de saberes de un maestro a un grupo de alumnos, con una metodología basada en la adquisición de conocimientos, en la memorización de conceptos, con recursos poco flexibles y que no consideran la motivación, el interés, la significatividad del aprendizaje, ni los diferentes modos de aprender de los alumnos. Entiendo como innovador el concepto de educación cuando mas allá de los recursos más actuales, nos centramos en la base, aue son nuestros alumnos como centro del aprendizaje, que tienen y necesitan multiples formas de acceder a unos contenidos, que se articulan recursos flexibles, agrupaciones diversas, métodos de trabajo, el maestro genera situaciones en las que los alumnos se desenvuelvan con autonomia y movilicen los aprendizajes para generar otros nuevos, de forma que se generen sociedades que pongan menos etiquetas, inclusivas. No creo que la etiqueta de tradicional o innovador se tenga que centrar en los recursos materiales y las nuevas tecnologias, que esta claro que son novedosas, sino mas bien lo innovador es el propio concepto de proceso de enseñanza-aprendizaje, de lo que significa la relacion alumno-maestro, familia-escuela, coordinación, evaluación y programacion.
Y para que este modelo de educación sea posible hace falta que participe la sociedad en su conjunto, desde unas leyes coherentes, a unos recursos personales legítimos, una formación del profesorado, y una participacion familiar cohexionada. Entiendo que con educacion tradicional no se habla de deberes o libros de texto sino de si solo hay deberes y libros de texto como recurso para acceder al conocimiento, y se deja a aun lado el para qué sieve ese conocimiento, y que hay actitudes, valores, y procedimientos que no se adquieren en base a libros de texto, frases lapidarias de maestros, ni una educación puramente competitiva
En primer lugar creo que la única transmisión de saberes puede solo darse por parte de alguien que los tenga a alguien que no. Lo lógico es que el maestro, que es el poseedor de los mismos, los transmita a su alumnado. En cuanto al tema de la motivación, no todo el alumnado se motiva de la misma manera y hay estrategias metodológicas que los docentes buscan en función del alumnado que tiene delante. No vienen predefinidas porque hay aulas en las que funciona una cosa y en otras, otra. Y finalmente, hay aulas en las que no funciona nada ni funcionaría ningún tipo de docente (según taxonomizan algunos interesadamente, más o menos innovador o tradicional).
Totalmente de acuerdo en la necesidad de participación social, especialmente de las familias, la existencia de unas leyes coherentes, reducción de la burocracia, etc. Por cierto, el libro de texto como biblia, los materiales amarillentos y los Reyes Godos es algo que, quizás queda muy bien como argumento en blogs y redes sociales pero, por desgracia para los que defienden el mismo, no existe demasiado en las aulas. Y no niego que haya uso excesivo del libro de texto. Algo que, en ocasiones se debe a que, aunque no queramos reconocerlo algunos, ese libro de texto es un material estructurado que sirve para que determinado alumnado, especialmente el más disperso, tenga una guía coherente.
Un saludo y muchas gracias por tu comentario.
Estimado Jordi.
Me gustaría conocer tu opinión respecto a este artículo:
https://revistas.uma.es/index.php/mgn/article/view/15923/16693
Y me gustaría conocerla, porque llevo mucho tiempo leyéndote y siento que estamos de acuerdo en muchas cosas pero en otras, no. Es más, como pedagogo y profesor de universidad, a veces me siento interpelado (para mal) en tus textos. Si tienes tiempo y ganas, intercambiamos comentarios.
Saludos.
Hola José Luis, en primer lugar aclarar una cuestión: no estoy en contra del profesorado universitario ni de los pedagogos. Estoy en contra de la patologización pedagógica de algunos que están, especialmente, en púlpitos universitarios y expreso mis dudas acerca de la utilidad de la carrera de Pedagogía (o de cómo se está articulando actualmente).
En referencia al artículo, que me leí de nuevo ayer (ya me lo había leído porque recibo la revista en mi correo ya que participé en la primera -algo que no he vuelto a hacer, debido a la deriva e insultos de alguno de sus editores a los que no piensan como ellos), hay cosas que comparto. Comparto lo de la dificultad de taxonomizar en qué consiste innovación y en qué consiste tradición. Comparto también el concepto de «innovación económica» como imposición de determinadas herramientas que no mejoran el aprendizaje. Eso sí, podría estar de acuerdo con lo que dices: «el reto al que se enfrenta cualquier docente fue, es y será siempre el mismo: procurar que el alumnado muestre interés, ilusión y predisposición hacia el aprendizaje, que disfrute mientras aprende y que consiga encontrar sentido a las acciones que se llevan a cabo en las aulas porque le permiten entender mejor el mundo y entenderse mejor en él». El problema es que después usas una cita interesada de Libedinsky que, por cierto no he conseguido encontrar y te agradecería me facilitaras su origen, en la que das unos determinados parámetros al concepto de educación tradicional para despreciarla. Y así, por desgracia, un argumento válido, deja de serlo por imponer ideología frente a realidad.
Me ha parecido globalmente muy interesante. Además, sinceramente, te emplazo a que escribas más y que me facilites todo lo que escribas. Me encantará leerlo.
Un saludo y muchas gracias por la lectura. Bueno, como te he dicho antes, por la relectura.
Hola Jordi.
En primer lugar, muchísimas gracias por el tiempo tan valioso que has dedicado a leer el artículo y a darme respuesta.
En segundo lugar, permíteme hacer algunas aclaraciones: con todo el respeto, creo que no has interpretado bien la cita de Libedinsky y te invito a que la vuelvas a leer con detenimiento, porque, precisamente, va en la línea de tu escrito. Ella dice (basándose en las ideas previas de Jaume Trilla) que el concepto «educación tradicional» se ha convertido en una especie de container donde depositamos todo aquello que no nos gusta, de modo que el término sirve más para denostar que para denotar. En otras palabras, que «lo tradicional» únicamente sirve como constructo para contraponerse a «lo innovador», sin que termine de estar claro qué significa una cosa u otra.
A mí me parece una idea muy acertada, que pone de manifiesto la necesidad de escapar de este debate dicotómico tan maniqueo, vacuo y carente de sentido como es «tradición vs. innovación», como si se tratara de posicionarse en un bando o en otro. Así pues, no entiendo por qué dices que la cita es interesada y que impone ideología frente a realidad (¿?). Yo creo que la autora defiende justo lo contrario: menos ideologías y más acciones concretas. A lo mejor soy yo el que está equivocado. No sé… Como no puedo subir el archivo aquí, te envío por correo electrónico copia de las páginas del libro de la que he sacado la cita, para que puedas acceder a la fuente original.
Por último, dices que no estás en contra de los profesores universitarios ni de la pedagogía (sinceramente, me alegra mucho escuchar eso), pero creo que algunos de tus artículos son un poco hirientes. Entiendo que cuando afirmas de manera tan vehemente que deberían cerrar las Facultades de Educación, lo haces de manera hiperbolizada, con ánimo de provocar y generar debate . Pero no puedo evitar sentirme menospreciado. Da la sensación de que las personas que impartimos clase en Magisterio, Pedagogía, Educación Social, etc., no enseñamos absolutamente nada y que las clases que nos preparamos carecen de sentido y de utilidad. Hombre… Eso no es así. En mi caso personal, yo no estoy subido en ningún púlpito, ni me creo experto en nada. No le digo a mis alumnos lo que tienen que hacer y cómo tienen que hacerlo el día de mañana, cuando sean profes, ya que no tengo el don de la adivinación y desconozco el contexto en el que les tocará desempeñar la profesión. Simplemente, intento ayudarles a pensar (y te aseguro que no es fácil).
Sobra decir que malos docentes hay en todos lados (por supuesto, en mi Facultad, también) pero cargar la metralleta y disparar a discreción contra todo un colectivo no creo que sea lo más acertado. Si los «expertos» y «gurús educativos» a los que sueles referirte en tus artículos, tienen nombre, nómbralos. Así no nos metes a todos en el mismo saco. Es como si yo defendiera continuamente que, a tenor de la actuación de determinados jueces, de determinados políticos o de determinados policías, la solución definitiva fuera cerrar la Facultad de Derecho, de Ciencias Políticas o la Academia en la que preparan oposiciones. Como broma, puede hacer gracia, pero no deja de sonar a pataleta.
En cualquier caso, como no creo que las Facultades de Educación vayan a a cerrarse de un día para otro (eso es un imposible), te animo a que accedas a la docencia universitaria como profesor asociado. Esto sería mucho más factible. Si quieres cambiar las cosas, qué mejor que hacerlo desde dentro. En lugar de denunciar lo que denominas «patologización pedagógica», vente a la universidad y ayúdanos a «despatologizarla». A lo mejor te sorprende descubrir que hay pedagogos y pedagogas que comparten las mismas dudas, inquietudes, desasosiegos, etc., que tú. No sé… Es solo una idea.
Reitero mi agradecimiento. Por tu atención y por tus palabras de afecto.
Yo también seguiré leyéndote.
Saludos.
JOSE
Muy sencillo , la educación tradicional con clases magistrales llena las aulas de alumnos desmotivados,aburridos que sólo estudiantes para aprobar examen …. y la educación innovadora no deja tener telarañas en la cabeza están alumnos siempre atentos en las clases , lo aprendido perdura en el tiempo …motivados.
Básicamente. Te lo dice una madre que ha pasado por ambas metodologías con sus hijas .
¿Qué metodologías eran las que no dejaban tener telarañas en la cabeza? ¿Qué estrategias usaban en ese centro educativo? ¿Qué ratios existían? ¿Cuál era su titularidad? ¿Qué cantidad de alumnado por ISEC existía? ¿Cuánto alumnado migrante? ¿Cuántos de familias desestructuradas? Es que me falta información que, por cierto, te agradeceré que facilites. Gracias.
¿Así como todos los hombres son buenos por defecto, todos los profesores son buenos educadores? (Ambas afirmaciones son falsas)
Un problema de la enseñanza tradicional o, para usar un mejor término al modelo educativo cuestionable: enseñanza monológica, es precisamente la falta de conversación transversal.
Antes de seguir, vale decir que algunas de las ideas acá expuestas como de falsa innovación, las comparto. Un estudiante con necesidades especiales, necesita herramientas especiales para desarrollar actividades de un ser humano sin discapacidad. Tampoco un cuestionario convertido en kahoot, es innovador por usar las herramientas digitales. En suma, se puede usar la tecnología digital y seguir siendo MONOLÓGICO, que es el verdadero problema de la educación.
Ahora si, prosigo. La enseñanza monológica se caracteriza por una baja colaboración y articulación entre profesores, por ende entre asignaturas; tiene principalmente conferencias extensas y con temas despriorizados (porque todo es igual de importante), con teoría desarticulada de la práctica, sin experiencias que transformen la percepción y mentalidad de los estudiantes.
Ante esta educación monológica o mologante, necesitamos mayor conversación entre docentes, entre estudiantes, entre abstracción y experiencias concretas, entre explicaciones y narrativas, entre lo bueno del método tradicional y lo bueno de los métodos innovadores. La solución para problemas complejos no es una sola. Siempre requerirá un marco conversacional de soluciones.
Gracias por el espacio. Estas conversaciones son tremendamente valiosas. Las reflexiones que propician son edificantes.
Aunque matizaría algunas cosas (o cuestionaría algunas interpretaciones acerca de qué es ese modelo de enseñanza que has rebautizado), me quedo con algo que es lo más importante de lo que has dicho: «la solución para problemas complejos no es una sola». Un saludo.
Me alegra haber leído este artículo y lo comparto. He escuchado a varios directores de educación decir que «somos profesores del siglo XX, educando a niños del siglo XXI, con metodos del siglo XIX». Personalmente no me gusta escucharla y mas todavia, cuando recurren a pedagogos de hace varios siglos para argumentar su metodología innovadora. Hacer diferencia entre tradicional e innovación, no ayuda a mejorar la educación.
Hay algunos cuyo único discurso es la frase que comentas y la de «la escuela mata la creatividad». Así no puede establecerse ningún debate. Ya mienten de inicio.
Tengo compañeros que usan una tablet para recabar datos del rendimiento académico del alumnado. En esa tablet tienen descargada la versión digital de una conocida marca de «cuadernos del profesor» de toda la vida. En su tablet, esos profesores apuntan las calificaciones y otros datos de los alumnos y luego calculan la nota final configurando en la aplicación una media ponderada de toda la vida. Yo llevo a clase el mismo cuaderno del profesor, de la misma marca, pero en papel. Y lo relleno con lápiz (ni siquiera con bolígrafo porque así corrijo mejor el error si meto una nota mal). Las medias ponderadas las hago a veces con una hoja de Excel y otras veces con la calculadora, sin más. Incluso algunas las hago sin calculadora si es una clase de pocos alumnos y con notas numéricas sencillas. ¿Es innovador el profe de la tablet y yo soy antigua? Si hasta la marca del cuaderno del profesor es la misma… solamente cambia el soporte físico, ya ves. Pero parece que soy «antigua». Estoy tan harta de estas bobadas que juro que estoy buscando la forma de hacerme con un pizarrín de esos que usaban nuestros abuelos, un trozo de yeso «de obra, de albañil» y, para echarme unas risas, llevarlos un día a una reunión y decir… «Un momento, que saco mi tablet… disculpen que sea una tablet tan antigua, es que como la administración no me ha proporcionado una, he tenido que reutilizar la de mi abuelo, y de paso cumplo con la Agenda 2030 y los ODS en lo referente a reutilizar cosas , reducir el despilfarro y ahorrar energía eléctrica». Que esa es otra… se nos pide que nos digitalicemos a costa de nuestro dinero, muy coherente todo.
Lo de usar la tecnología para complicar la vida, cuando hay aplicaciones tecnológicas que pueden facilitarla o, en ocasiones se hace de forma analógica de manera mucho más sencilla, es algo que jamás he entendido. Un saludo.
La enseñanza tradicional es manera en la que un profesor de forma honesta, sensata y libre dirige una clase para que sus alumnos adquieran unos sólidos conocimientos y habilidades relacionadas con su asignatura, que les serán de gran utilidad en su desarrollo intelectual, cultural y profesional.
Está íntimamente relacionada con la libertad de cátedra.
«es LA manera».
Evidentemente está definición implica que la enseñanza tradicional está siempre abierta a nuevas o distintas metodologías, siempre que el profesor concreto estime que demuestran su valor y su conveniencia para un grupo de clase concreto.
Por otra parte, es obvio que la enseñanza tradicional pretende atender a todos los alumnos, sin importar sexo, religión, etc. y que trata que todos los alumnos alcancen en cuanto su formación el mayor desarrollo posible cada uno de ellos.
También es evidente que la educación tradicional hoy en día, con los profesores, los medios y la mentalidad actual, es ajena a castigos corporales, listas de reyes godos y demás, pero que considera de plena utilidad y no rehuye tareas que requieren esfuerzo, evaluación y tiempo dedicado al estudio.
Es que creo que quizás nos empecinamos en contraponer tradicional a innovador cuando, al final, para lo único que sirve ese debate interesado es para que algunos nos vendan su libro. Y sí, lo más importante de la educación es que el alumnado aprenda. Eso debería ser el principal objetivo. Un objetivo que algunos obvian en sus múltiples disertaciones. Un saludo y gracias, de nuevo, por pasarte por aquí.