Ya sabéis que nunca os he pedido nada a los que os pasáis por aquí. Nunca os he exigido, ni que compartáis mis planteamientos ni que difundáis lo que escribo, para conseguir más seguidores. Pero hoy, si me permitís voy a pediros un favor. Un favor muy pequeño pero que, seguro vais a entender la inmensa mayoría.
Lo que os voy a pedir es que me argumentéis las críticas. Que, al menos en el blog, intentéis aportar con vuestros comentarios. Que discrepéis lo que os dé la gana con lo que escribo. Que podáis ciscaros en lo que publico porque, o bien no casa con vuestros planteamientos o consideréis que estoy realizando un agravio publicando ciertas cosas. Eso sí, por favor, os pido que no insultéis. Ni que insultéis a quienes no piensan como vosotros. Estoy hablando de este blog. Podría moderar los comentarios y censurar algunos de ellos pero, sinceramente, no me apetece. Al igual que tengo libertad para escribir, considero que tenéis derecho a discrepar. Y no pasa nada por hacerlo.
¿Por qué os comento esto hoy? Pues porque, por lo visto, hay artículos que sientan mal porque inferís X o interpretáis Y. Pedidme que os lo explique. Estoy dispuesto a matizar siempre. Incluso estoy dispuesto a modificar lo que digo y a disculparme, en caso de haberme equivocado en las formas. Nunca se me ha caído ningún anillo por hacerlo. Ni nunca se me va a caer uno en el futuro. Repito. Puedo equivocarme, tanto en formas como en el contenido de lo que digo. Y no pasa nada. Aquí no se mata a nadie. Son simplemente unas reflexiones en una bitácora personal que, seguramente, tendrían que explicarse mucho mejor pero que, por motivos obvios y por el medio usado, es muy difícil de articular esa respuesta.
Ya veis que os pido bien poco. Solo os pido que, al menos en este lugar, intentéis no ponerme a parir. Bueno, hacedlo pero justificadme que lo anterior va a ser un beneficio para vosotros. Si lo es, os prometo que no tengo ningún problema en que me digáis de todo. No me importa. Si os sirve a vosotros, por mí ningún problema. Lo que pasa es que es muy triste cuando veo que esa es la única dinámica de algunos. Y no pasa nada si es en una red social que saca lo peor de nosotros porque los algoritmos quieren que sea así. Eso sí, me entristece que sea en esta casa en la que siempre tenéis las puertas abiertas. Ya os lo he dicho es más de una ocasión. Es mi casa pero me encanta tener invitados. Y sois siempre bien recibidos.
No sé si me he explicado. No tengo muy claro si debía o no escribir estas líneas pero, por favor, intentad discrepar de una forma más sana y no acudiendo al ataque personal o a la mezcla interesada de churras y merinas. En el segundo caso porque deriváis la conversación hacia algo que nada tiene que ver con lo que he escrito.
Os doy las gracias por acompañarme. Siempre os las voy a dar. Me encanta tener compañía en mi viaje. Un viaje que intento compartir con todos vosotros desde aquí. Y que, si me lo permite la salud, espero compartir por mucho tiempo con todos vosotros.
Os recuerdo que tenéis la posibilidad descargaros mis libros en formato digital, a partir de cero euros, desde el botón de arriba. Y que, tanto donando en los tres libros que llevo escritos una cantidad, como haciéndoos con el ebook recopilatorio de los artículos publicados de 2023 (en este caso no es posible la descarga gratuita), ayudáis a mantener este blog y otros proyectos que, seguramente, perpetraré este año. También os informo que tenéis un canal de WhatsApp (aquí), en el cual no compartís ningún dato personal (no, no se comparte vuestro número teléfono, ni tampoco vais a ver el mío), en el que podéis recibir todos los artículos que estoy publicando.
Descubre más desde XarxaTIC
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
A ver… yo suelo estar de acuerdo con muchas cosas de las que escribes, y reconozco que es por intuición, no por haberme informado y formado al respecto, ese es un problema mío, lo que no está roto, no lo arregles, y lo que funciona, no lo modifiques porque sí.
Al ver como te curras las argumentaciones, es decir, como investigas, de donde sacas las explicaciones, me parece lógico pedir que te argumenten las criticas.
Yo a mis chicos siempre les dije que discutir no es insultar ni hacer valer a mamporros las ideas… así que me parece un favor muy chiquitito.
Como bien dices, no creo que sea pedir un favor muy grande. Simplemente lo que quiero y pretendo es que, al menos en «esta casa» que os he abierto a todos, se pueda debatir al margen de dimes y diretes. O de personajes faltos de argumentación que usan todas las falacias posibles para intentar ridiculizar cualquier argumento. Un saludo y gracias por pasarte por aquí.
Pues voy a escribir una crítica y argumentarla: con el esfuerzo que realizas, y con lo que aportas, de ninguna manera debes bajar al lodo con estos amargados. Me explico: la polarización ha hecho que la crítica por sí misma sea el único arma que tienen, y debatir con quien tiene un ideario de «conmigo o contra mí» es perder el tiempo. Los que te seguimos, nos interesamos, y a veces discrepamos, somos más y seguimos aquí.
Un abrazo, compañero.
No debería bajar al lodo pero, como siempre he intentado hacer, tanto en mi vida personal como profesional, es intentar contraponer argumentos a toda la gente que me ha criticado. Y, en ocasiones (muchas) he aceptado esas críticas porque me han ayudado a ver que me había equivocado. El frentismo que se ha instaurado en la sociedad, especialmente incentivado por los algoritmos en las redes sociales y la necesidad de viralización de algunos, es algo que impide cualquier tipo de debate productivo. Algo que no quiero en «mi casa» (este blog) aunque, como he dicho, tampoco quiero cerrarlo porque, al menos a mí, siempre me ha gustado la política de puertas y ventanas abiertas. Uno de vuelta.