Hacía tiempo que quería escribir este artículo. Quizás las circunstancias personales hayan hecho que, aparte de escribirlo, pueda tener más tiempo para echar una mano en ciertas cosas. Lo hago habitualmente en muchos temas. Lo que pasa es que, a diferencia de otros, a mí siempre me ha gustado echar una mano desde segunda o tercera línea. No por no implicarme o significarme. Más bien porque creo en los proyectos. Y hay personas, siempre fantásticas, que sacan tiempo de donde no lo tienen, para llevarlos a cabo. Esas personas y, especialmente los proyectos que llevan a cabo, son lo que importa.

Pero bueno, hoy no quería irme por la tangente, pero me ha podido mi gen rollero que, no sé por qué, se acentúa conforme me voy haciendo mayor. Así que os pido disculpas por ello. Eso sí, en este caso no os garantizo que no vaya a volver a suceder. Bueno, ya os garantizo que volverá a suceder.

Vayamos a lo que nos interesa. A hablar de OCRE (Observatorio Crítico de la Realidad Educativa). Una asociación, gestada en la Comunidad Valenciana, pero expandida a todo el territorio nacional, que, según sus principios, tiene los siguientes fines:

  • Fomentar el contacto y el intercambio de experiencias educativas entre los miembros que
    la integran.
  • Recoger y dar a conocer las opiniones del profesorado ante la opinión pública y las
    administraciones educativas.
  • Velar por una adecuada dotación de recursos humanos y materiales en los centros educativos para poder garantizar una formación adecuada, reclamando, cuando sea
    necesario, la adopción de las medidas necesarias ante las autoridades educativas.
  • Sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la enseñanza seria y rigurosa,
    basada en evidencias científicas.
  • Ofrecer ayuda a las administraciones educativas como asociación de especialistas en la
    docencia de las distintas disciplinas en lo que se refiere a elaboración de currículos, planes
    de estudios, etc.

En definitiva, todo aquello de lo que tan huérfanos nos hemos encontrado a nivel colectivo, como docentes, familias o, simplemente personas interesadas en la educación y en su mejora. Una asociación que fomente el contacto, opine, vele porque se dé una formación adecuada en los centros educativos (exigiendo reducción de ratios, recursos, etc.), ponga a disposición de la gente las investigaciones educativas que se están realizando y pueda, en todo momento, estar a disposición de los que «gestionan el cotarro», para poder darles ayuda. Y todo, curiosamente, por el único objetivo de mejorar el aprendizaje del alumnado. Sin estridencias. Sin artículos ni viñetas insultando a los que no piensan como uno. De forma totalmente profesional.

Desde hace un tiempo la asociación dispone de web (aquí), en la que es clave su parte de la Biblioteca, en la que se pueden encontrar, desde artículos, libros recomendados para docentes o personas interesadas en educación, investigaciones educativas, etc.

Fuente: https://asociacionocre.org/biblioteca

Es brutal la cantidad de información, actualizada (prácticamente) a diario, que se nos brinda desde la asociación. Además siempre están dispuestos a incluir cualquier elemento más desde su canal de Telegram (que tienen para los asociados), desde los correos que reciben o, simplemente, desde las redes sociales de que disponen. Y totalmente abierto a todo el mundo para su consulta.

Además, en los últimos tiempos han publicado un manifiesto acerca de sus planteamientos. Manifiesto que puede conocerse y firmarse aquí. En el que, grosso modo, se reclama lo siguiente:

  • Una educación de conocimientos sólidos que permita la emancipación de toda la sociedad.
  • Un currículo claro, estructurado, coherente, realista y bien secuenciado.
  • Una ley educativa guiada por lo que dice la investigación didáctica y que, más allá del gobierno de turno, permanezca inalterable a lo largo del tiempo.
  • La recuperación del respeto por la profesión docente y por el alumnado.
  • Una formación de calidad para la mejora profesional de los docentes.
  • Una inclusión efectiva, con recursos humanos y materiales, reducción de ratios y especialistas, tanto en el trabajo en el aula como en el alumnado que tiene dificultades de aprendizaje.
  • La devolución de la soberanía educativa a la ciudadanía, poniendo freno a presiones externas de entidades supranacionales de carácter político y económico, que no son democráticas y que son totalmente ajenas al mundo educativo.

Creo que nadie puede poner ni un pero a lo anterior. Por eso yo ya he firmado.

Me parece un gran trabajo el que se está haciendo desde una asociación que tiene tan solo un año de vida. No se hace en las redes sociales. No se busca la promoción personal de nadie. Hay ganas de hacer las cosas bien para que, los hijos y los hijos de nuestros hijos, puedan tener una educación de calidad y que la misma revierta en una mejora social. ¿Utópico? Quizás. Pero como mínimo que no se diga que no hay nadie que no pretenda lo anterior.

Finalmente, me gustaría decir que al ser asociación, si queréis colaborar con ellos, tienen disponible una hoja para asociarse (aquí). Ya os digo yo que vale la pena. Especialmente si creéis en lo que están haciendo.

También tienen cuenta en las principales redes sociales: Twitter, Facebook y un canal en YouTube.

Siempre he intentado mejorar las cosas en educación. Lo he intentado desde el aula, desde los centros educativos en los que he trabajado (como docente raso o como miembro del equipo directivo), desde la administración (sí, también he estado ahí) o ahora, echando una mano en la asociación. Porque lo fácil es anclarse en la queja o en el insulto permanente. Y, a veces, toca hacer cosas. Sin estridencia, con mucho trabajo de pico y pala y quizás sin tantas luces enfocándote. Eso sí, el camino se hace, como sabemos todos, andando. No hay otra forma. Bueno, la hay, pero ya no depende de uno.

Firmo este artículo como Jordi Martí porque, otra de las ventajas que tiene el formar parte de OCRE, es que jamás se obliga a nadie a decir las cosas de una determinada manera. Ni a ser monolítico en sus pensamientos o planteamientos, tanto educativos como no educativos.

Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel). Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso. Además, adquiriéndolo ayudáis a mantener este blog.


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