No Joan, no puedes bloquearme en Twitter

Ayer, por casualidades de la vida, debido a un tuit en el que se me mencionaba junto con otras personas, me puse a cotillear quiénes eran las personas a las que habían metido en esa práctica que, al menos a mí, no me gusta demasiado.

Un inciso previo. No me gustan las menciones masivas. Sé que hay gente que, libremente, decide mencionar a tropocientas personas en un tuit para que llegue a más personas pero considero, siempre según mi opinión, que es algo demasiado invasivo. Pero, repito, es algo libre de hacer por parte de cualquiera que tenga una cuenta en la red social del pajarito.

Va, retomo el primer párrafo. La curiosidad acerca de quiénes eran las personas que, por motivos varios (entre ellos relajación en el sofá), aparecían conmigo mencionadas. Pues bien, de repente me encuentro con lo siguiente:

Fuente: https://twitter.com/joancuevas

Joan Cuevas, Director General de Innovación catalán, me ha bloqueado en Twitter. No sé el día en el que sucedió y, seguramente dije algo que le incomodara o incomodara a alguno de sus amigos. Pero Joan no puede bloquearme. No lo digo yo. Lo dice su perfil al que puedo acceder sin identificarme en Twitter.

¿Veis por dónde voy y por qué no puede bloquearme? Pues no puede hacerlo porque en su perfil de Twitter incorpora su cargo público como “Director General de Innovación educativa, digitalización y currículo”.

Se trata de un cargo público pagado con dinero público y usarlo en su perfil, al igual que el uso de cualquier tipo de relación contractual con la administración, en la que se identifique las funciones que realiza cualquier persona, hace que su perfil pase a ser público. Y esos tuits que publiquen tengan relevancia para todo el mundo porque lo hace desde su cargo.

Entonces, ¿ningún cargo electo o trabajar en determinados niveles de la administración permite tener una cuenta en Twitter para decir lo que uno quiera? Pues si pone en su perfil que “es algo”, no. Otra cuestión es que tuviera una cuenta privada en la que, por ejemplo pusiera solo en su perfil “politólogo y sabadellense”. Entonces ya no habría ningún problema en que la usara a nivel personal. Otro tema es que las opiniones personales de uno afecten a temas profesionales (y más en estos cargos seleccionados, de forma mayoritaria, por cuestiones políticas).

Seguro que alguno diréis que uno es libre de usar el perfil de las redes sociales como le apetezca. Pues no. Si quieres usarlo como te apetezca, lo primero que tienes que hacer es desvincularte de la relación contractual con la administración. Especialmente si eres responsable de algo porque, yendo a otro ejemplo, si uno pone en su perfil que es “director o profesor del centro X”, ya está actuando como “director o profesor del centro X” por mucho que ponga un añadido en el que diga que son opiniones personales. No lo son porque las valida con un determinado nombramiento.

Otro tema es decir ser docente, piloto o mercenario de la tiza. Algo neutro que indica tan solo la profesión de uno. Incluso podría añadirse “de la pública” o “de la privada”. No pasa nada. No se relaciona con el centro de trabajo.

Tenemos que tener muy claro que podemos silenciar a quien queramos en la red del pajarito. Que podemos no responder nunca. Eso sí, si en nuestro perfil aparece nuestro cargo y el mismo está pagado con dinero público, jamás podemos bloquear a nadie. Más que nada porque, al final, lo que has hecho es convertir un perfil privado en un perfil profesional.

Finalmente deciros que seguramente algunos dirán, ¿y qué hago con los que me insultan o descalifican? Pues para eso hay lugares para denunciarlo. Y si eres un cargo político, de la administración, responsable de un determinado servicio o un responsable sindical, estando cobrando dinero público por ello, seguramente sabrás cómo hacer esa denuncia.

Simplemente un post para explicar que uno deja de poder usar las redes a nivel personal cuando en su perfil pone su “cargo” o “lugar de trabajo” público. Otra cuestión muy diferente, como ya he comentado anteriormente, es que ponga su profesión, su ideología (muy de izquierdas o muy de derechas) o, simplemente, sus estudios o hobbies.

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