Hace ya un tiempo publiqué un post acerca de que me había creado una cuenta de Twitch para hacer directos. La verdad es que no es complicado pero, sinceramente, cada vez tengo menos tiempo y ganas de perder el tiempo haciendo cosas que deben ser más sencillas. Al igual que me sucede con el montaje de muebles (si sobran dos tornillos y se aguanta no pasa nada), soy más de la utilidad de las cosas que de ir trasteando. Bueno, no es cierto porque me gusta trastear con la tecnología más allá de mis posibilidades. Otra cuestión es que me apetezca complicarme la vida para hacer cosas que deben hacerse de forma muy sencilla. La tecnología jamás es el objetivo. Salvo, y me repito, cuando el objetivo sea disfrutar trasteando con ella o esté relacionado con tu profesión. Nada, lo que os quería decir es que he abandonado la idea del Twitch. Eso para los de Andorra.
Es por ello que, liándome la manta a la cabeza (bueno, al cabezón… porque no soy maño pero de cabezón lo soy un rato largo), me he puesto a montar una charla con un amiguete RH- y, además, aunque muy tocapelotas, buena persona muy en el fondo, que es Mikel (@eztabai) en la que vamos a probar de transmitir en directo. Es decir, las mismas barbaridades que nos decimos por teléfono, pero en abierto para que cualquiera que no tenga mejores cosas que hacer, pueda pasar un rato con nosotros. Sin guion y con un pijama que espero tener para la ocasión (aunque mi mujer, seguramente, me lo prohíba y yo soy de los de hacerle siempre caso) este viernes a las nueve de la noche vamos a hacer el primer directo. Ni él ni yo hemos hecho nunca nada de esto y yo, sinceramente, no tengo ni puta idea de cómo va a funcionar. Además, la webcam con full resolution (¡hay qué joderse!) pero muy barata, me llega hoy.
¿Cómo lo vamos a hacer técnicamente? Pues lo vamos a hacer por Streamyard, una plataforma «para tontos» que tengo conectada a un nuevo canal de YouTube (el otro lo dejo para temas más personales) que acabo de crear esta mañana. Sí, sigo con insomnio. Una plataforma que permite hacer charlas y que, además permite que nos podáis decir de todo por el chat. No tengo/tenemos ni idea de cómo funcionará pero, la verdad es que tampoco nos importa demasiado. Y creo que, ni a él ni a mí nos importa que seamos dos o un millón. Ni el canal se monetiza, ni vamos a restringir el vocabulario, ni tampoco tenemos ganas de coherencia. Además, todos sabéis que los catalanes y los vascos, salvo unos estar de acuerdo en el concierto económico y en creerse que pueden subir piedras con el cipote y otros querer siempre el 3% de todo y votar sus políticos conjuntamente en el Parlamento, nos llevamos bastante regulín. Bueno, al menos cara a la galería. Que siempre queda bien meternos presión. Por cierto, en mi caso prefiero no levantar nada con mi miembro porque me quiero mucho.
Así que ya veis el panorama. Más bien no hay panorama ni expectativas. Para corazones débiles os recomiendo que os paséis por alguno de esos podcasts edulcorados y simpáticos sobre educación que hacen o, simplemente, por aquellos webinars donde hay más glucosa que otra cosa. Y si queréis acompañarnos, no digáis que no os hemos avisado.
Ya, lo sé, tengo que hacer publicidad del canal que he creado para hacer estas chorradas. Pues bien, aquí lo tenéis… y además se llama XarxaTIC’s. Sí, un nombre más cabaretero que otra cosa pero poco más se puede esperar de lo que ahí pase. Y seguro que al final acaba no funcionando por gajes del directo. Sinceramente, me la trae al pairo. Va a ser una hora en la que voy a disfrutar con buena compañía. Lo demás, allá vosotros.
Descubre más desde XarxaTIC
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.