Estos últimos días se ha vuelto a poner sobre la mesa un debate, más ideológico que técnico, acerca de la lengua vehicular para la enseñanza. En este caso ha sido debido a la propuesta, cuyo marco normativo en breve verá la luz, para que sean las familias las que decidan en la Comunidad Valenciana en qué lengua quieren escolarizar a sus hijos (enlace). Y dicha consulta, por lo visto, será vinculante y obligará a que la lengua mayoritaria de aprendizaje, en la mayoría de sus materias, sea cualquiera de las tres que, supuestamente, se van a ofrecer: valenciano, castellano o inglés. No me queda claro si la oferta del inglés entrará en el pack, pero es lo que deduzco por las noticias en prensa (siempre sesgadas en función del medio) que estoy leyendo sobre el tema.

Y ello me lleva, como siempre, a hablar de los criterios técnicos en la toma de determinadas decisiones. Criterios que deberían estar al margen de la ideología o de las creencias, tanto de los profesionales, de las familias o de la propia administración. Algo que en este caso está bastante claro: la mejor lengua para impartir clase es la lengua materna. Por tanto, si siguiéramos criterios técnicos, deberíamos analizar las zonas lingüísticas de mi Comunidad de adopción y establecer, en función de las mismas, la lengua vehicular de aprendizaje. E ir, conforme pasa el tiempo y se va reconfigurando la población, revisando esa zonificación. Sin olvidar, claro está, la necesidad de que todo el alumnado de la Comunidad Valenciana conozca y pueda expresarse correctamente en cualquiera de las dos lenguas cooficiales.

Pero, más allá de la introducción, voy a hablar de cuestiones técnicas. De por qué es mejor usar como vehicular la lengua materna que cualquier otra lengua. Es que, al final, si no nos ceñimos a las cuestiones técnicas, vamos a acabar jugando a cuestiones muy poco serias, tal y como plasmó Perich hace años en la siguiente viñeta.

Fuente: Perich

La lengua materna es la primera lengua que aprende una persona, normalmente en el seno de su familia y su comunidad. Es el medio de comunicación más natural y espontáneo, el que permite expresar los sentimientos, las ideas y las emociones de forma más auténtica. La lengua materna también es el vehículo de transmisión de la cultura, la identidad y los valores de un grupo social.

La educación en la lengua materna es un derecho humano reconocido por la UNESCO y otros organismos internacionales. Sin embargo, en muchos países o territorios, los estudiantes reciben una enseñanza en una lengua diferente a la suya, lo que dificulta su aprendizaje y su participación. Algo que también sucede en nuestro país en algunas zonas donde, por cuestiones políticas y alegando defensa de la lengua minorizada, se fuerza el uso de la misma. Por cierto, ¿por qué si somos tan críticos en impartir Historia en inglés no lo somos cuando vemos que en zonas valencianoparlantes o castellanoparlantes se da Historia en una lengua diferente a la de la mayoría de población de esa zona lingüística?

Pero, sigamos, que todavía no he entrado en los criterios técnicos. Criterios que deben responder a dar respuesta a las siguientes preguntas… ¿Por qué es tan importante la educación en la lengua materna? ¿Qué beneficios tiene para el desarrollo cognitivo, social y afectivo de los estudiantes? ¿Qué desafíos y problemas plantea la implementación de la lengua materna en el ámbito educativo? Por cierto, potenciar el plurilingüismo no va reñido con el tema de la lengua vehicular que se elija.

¿Cuáles son los beneficios, según las investigaciones, que tiene el uso de la lengua materna como lengua vehicular de aprendizaje?

Numerosas investigaciones han demostrado que la educación en la lengua materna es un factor clave para la inclusión y la calidad educativa, y que también mejora los resultados del aprendizaje y el rendimiento escolar. Estos son algunos de los beneficios que se han identificado:

  • La educación en la lengua materna facilita la comprensión y la expresión de los contenidos curriculares, ya que el alumnado puede acceder al conocimiento sin la barrera del idioma. Esto les permite desarrollar su pensamiento crítico, su creatividad y su capacidad de resolver problemas.
  • La educación en la lengua materna favorece la adquisición de otras lenguas, ya que el alumnado puede transferir las habilidades lingüísticas y metalingüísticas que han desarrollado en su lengua materna a las lenguas adicionales. Además, la exposición a la diversidad lingüística estimula el interés y la motivación por aprender otros idiomas.
  • La educación en la lengua materna refuerza la autoestima, la confianza y la identidad del alumnado, ya que se sienten valorados y respetados en su cultura y su comunidad. Esto les ayuda a desarrollar su sentido de pertenencia, su tolerancia y su convivencia con otras personas.
  • La educación en la lengua materna contribuye a la preservación y el enriquecimiento de la diversidad cultural y lingüística, ya que se reconoce y se promueve el patrimonio cultural e intelectual que se expresa a través de las lenguas. Esto implica una actitud de aprecio y de diálogo entre las diferentes culturas y lenguas del mundo.

¿Cuáles son los problemas para implementar la lengua materna como lengua vehicular de aprendizaje?

A pesar de los beneficios evidentes de la educación en la lengua materna, existen algunos problemas para su implementación efectiva en el sistema educativo. Algunos de ellos son:

  • La falta de políticas lingüísticas y educativas que reconozcan y apoyen el uso de la lengua materna como medio de instrucción y como objeto de aprendizaje. Esto implica la necesidad de contar con marcos normativos, planes de estudio, materiales didácticos y recursos humanos adecuados para garantizar una educación multilingüe de calidad.
  • La falta de formación y sensibilización de los docentes y las familias sobre la importancia de la lengua materna en el proceso educativo. Esto implica la necesidad de ofrecer una formación inicial y continua a los docentes que les permita desarrollar competencias lingüísticas y pedagógicas para trabajar con la diversidad lingüística en el aula. También implica la necesidad de involucrar a las familias y a la comunidad en el apoyo y el fomento de la lengua materna de sus hijos. Y, lo que es más importante, alejar las presiones ideológicas de la cuestión educativa.
  • La falta de reconocimiento y valoración social de la lengua materna, creando un mantra, muy repetido, acerca de que usar la lengua materna como lengua vehicular, impide el correcto aprendizaje de otras lenguas o va en contra de lenguas mayoritarias o minoritarias que se hablan en el mismo territorio.

Lo sé. Es muy complicado hablar de cuestiones técnicas cuando hay posiciones políticas antagónicas que, por desgracia, priorizan el discurso en función de los réditos electorales que pueden sacar. Y, en este caso, el hablar de que, por ejemplo en mi maravillosa Comunidad de adopción, debería obligarse que los municipios, en función de la zona lingüística en la que se hallen, establezcan como lengua vehicular de aprendizaje castellano o valenciano, es algo que se mira, en demasiadas ocasiones, en función de número de votos. Algo que es una pena.

Por cierto, lo de establecer lengua vehicular de enseñanza en función del municipio o zona lingüística es mucho más acertado que establecer líneas en valenciano y castellano porque, al menos en mi municipio, el Puerto de Sagunto, la decisión de los padres para optar por una línea u otra (cuando existían) era, simplemente, una cuestión de segregación ya que en las líneas en valenciano había un filtro socioeconómico muy importante. Estoy hablando de la pública.

Que en Requena se imponga como lengua vehicular el valenciano es igual de absurdo que, por ejemplo, se imponga el castellano en Sant Mateu. Algo que, más allá de lo que digan las investigaciones, es algo que debería ser de sentido común. Lo anterior no excluye, como he ido diciendo a lo largo del artículo, que el alumnado deba ser competente en todas las lenguas cooficiales (ser bilingüe siempre es una ventaja) y en, cómo mínimo, una lengua extranjera. Para lo cual se debería reformular, al menos en esta última, el modelo que se está usando para el aprendizaje porque, por mucho que cada vez se den más horas y se empiece antes con el inglés, sigue siendo algo que no se está haciendo bien.

Finalmente no me gustaría dejar de repetir algo que ya he mencionado en muchas ocasiones: hay cosas que no deberían ser sometidas a votación y, entre ellas están entre otras, la elección de la lengua vehicular o la decisión de si hacer jornada continua o partida. Son decisiones que deberían apelar a criterios técnicos. No a decisiones personales, creencias o intuiciones. Y no, no va a desaparecer ninguna lengua cooficial ni materna en nuestro país por no hacerla vehicular. No desapareció el catalán en cuarenta años de uso vehicular del castellano en Cataluña, para desaparecer ahora, en un modelo lingüístico en el que hay cooficialidad en las administraciones y organismos encargados de defender y normativizar esas lenguas cooficiales tan maravillosas y que enriquecen tanto a nuestra sociedad… entre ellas, mi lengua materna. Una llengua, per cert, fantàstica i que em permet poder, amb el meu bilingüisme, triar amb quina llengua vull parlar o escriure. O, simplement, poder establir una conversa on apareixen múltiples llengües i variants lingüístiques de les mateixes. El «lo» mola. Quasi tant como un plat de caragols a la llauna. Això sí, abans que vingueu els de sempre a enfadar-vos i criticar-me per la llengua elegida per escriure en aquest blog, ja us dono la mateixa resposta que he donat sempre: perquè vull i perquè puc.

Nada. Otro melón abierto para finiquitar el 2023. No escarmiento. Y sí, hay muchos matices en lo que he escrito, salvo en una cuestión… la mejor lengua para aprender es la lengua materna. Lo demás, que incluye las estrategias lingüísticas para mejorar el aprendizaje del alumnado, si queréis, podemos matizarlo hasta el extremo que los que os pasáis por aquí consideréis. Eso sí, por favor, debates técnicos y educados, al igual que el artículo que he escrito… que nos conocemos todos.

Bibliografía

Benson, C. (2005). The Importance of mother tongue-based schooling for educational quality. Commissioned study for EFA Global Monitoring Report. UNESCO. Recuperado en 29 de diciembre de 2023, de https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000146632.

Burbano Burbano, Marta Elena. (2018). El proceso de enseñanza aprendizaje de la lengua materna: la comprensión lectora en los estudiantes de la enseñanza básica primaria. Conrado14(Supl. 1), 310-317. Epub 03 de diciembre de 2018. Recuperado en 28 de diciembre de 2023, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-86442018000500310&lng=es&tlng=es.

Persici, V. et al. (2022). Vocabulary and reading speed in the majority language are affected by maternal language proficiency and language exposure at home: a study of language minority bilingual children in Italy, International Journal of Bilingual Education and Bilingualism, 25:10, 3729-3744, DOI: 10.1080/13670050.2022.2076552

UNESCO. (2022). Por qué la educación en lengua materna es esencial. Recuperado de UNESCO el 29 de diciembre de 2023.

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