En educación tenemos un problema muy gordo. Y no me estoy refiriendo a las ensoñaciones pedagógicas de algunos, a la irrupción de determinadas fundaciones y multinacionales ni, tan siquiera, a los múltiples experimentos a los que se está sometiendo al alumnado de nuestro país. Me estoy refiriendo a la falta de candidatos para ser docentes de Secundaria. Algo que, sinceramente, debería llevar a reflexionar a más de uno acerca de qué está pasando porque, sinceramente, las consecuencias son muy graves.
¿Qué no es grave el asunto? Mirad los datos de los aspirantes por plaza en las diferentes especialidades de Secundaria (oposiciones Cataluña 2024) y decid que no lo es.
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A ver, entiendo que algunos, a la vista del problema, sacarán la baza de crear una carrera para docentes, con independencia de que sean de Infantil, Primaria o Secundaria, que no dejará otra salida que la docencia. Es la única salida que existe si no se revierte la situación. Una salida que, como todos sabemos, solo beneficiará a algunos personajes que dan clase en determinadas carreras, permitirá sanear algunas Universidades y permitirá que ciertas prácticas, que por ahora se están frenando, fundamentalmente en Secundaria, se apliquen masivamente. Entonces ya dará igual contratar monitores de tiempo libre que especialistas. La desespecialización de los docentes como objetivo último salvo, claro está, para aquellos centros educativos que ofrecerán, en un futuro, calidad. Centros que no van a ser ni públicos ni privados-concertados. La idea va en otro sentido.
Es lógico que no se encuentren aspirantes para algunas especialidades de Secundaria. ¿Cómo vas a trabajar por unos 1.700 euros dando clase cuando tienes ofertas laborales más interesantes que, además, están mejor reconocidas socialmente? ¿Vas a estar aguantando un ambiente cada vez más complicado en las aulas, con una burocracia que está acabando contigo, con horarios cada vez más infinitos y siendo tratado como una mierda por parte de muchos medios de comunicación? Pues va a ser que no. No compensa. Yo he dicho en más de una ocasión que, en la actualidad, no me volvería a dedicar a la docencia. Y no es porque no me guste dar clase. Es porque no me gusta en lo que se ha convertido mi profesión.
Vamos a ser sinceros. Con un salario mínimo que cada vez está más cercano al salario que cobra uno por dar clase, después de haberse chupado años de estudio, máster y haber dejado de hacer muchas cosas por lo caro que ha sido ese devenir para las familias, ¿qué sentido tiene dedicarse a la docencia? ¿Masoquismo? ¿Iluminación divina? ¿Exceso de medicación? ¿Falta de riego sanguíneo en el cerebro? Es que no tiene ninguna otra explicación.
Sé que algunos me dirán que es la profesión más maravillosa del mundo. Curiosamente lo dicen los que no trabajan diariamente con alumnado, tienen muy pocas horas de clase y con grupos muy filtrados porque están en un cargo directivo o, simplemente, pasan de todo. Pero ya os digo yo que, incluso estos últimos, lo tienen muy complicado porque, aunque pases de todo, el ambiente cada vez te ahoga más.
No sé cómo revertir la situación. Ojalá lo supiera. Lo que sí que tengo claro es que la falta de docentes es el problema más grave con el que va a enfrentarse la educación en nuestro país en los próximos años. Algo que ya ha sucedido en otros países y que, por desgracia, aquí en lugar de aprender de lo que había pasado, hemos seguido los mismos pasos. Y ahora estamos como estamos. Con un auténtico problemón.
No quería que se me quedará dentro la reflexión. Por eso, a pesar de la hora, me he puesto a redactar estas líneas en mi bitácora personal.
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Estoy de acuerdo en unos puntos y en desacuerdo en otros.
El listado de las plazas es inminentemente plazas de profesores técnicos de FP lo que conlleva que los títulos para dar clases a veces no tienen nada que ver con los módulos a impartir. Ejemplo en mi especialidad cualquier ingeniero puede dar el modulo de motores y sistemas auxiliare del motor que no se da en casi ninguna especialidad de ingeniería
En mi caso yo soy profesor técnico de mantenimiento de vehículos y mi titulo es lo que antiguamente un FPII. En mi especialidad no creo que haya un mecánico en navarra que trabaje por cuenta ajena que tenga un sueldo como el mío ni mis condiciones laborales, la demostración es que en la ultima oposición hay compañeros que han dejado los talleres con 18 anos en un concesionario y cobraba un poco mas que lo que cobraba como interino nada mas entrar a trabajar como profesor. En la misma oposición y misma especialidad pero para nivel A tengo un compañero que es ingeniero, que ha trabajado como ingeniero, y comenta que se apena de no haber comenzado antes como profe. En un mismo caso me encuentro con un interino ingeniero que a trabajado a lo largo de Europa en el mundo de automóvil y ha decidido entrar en educación, bajándose el sueldo.
En cuanto a las horas reconozco que nos jode ir a las reuniones fuera de nuestra jornada normal pero aquí en Navarra tenemos 37 horas de las cuales 25 horas son permanencia en el instituto y casi 3 meses de vacaciones lo que hace el computo total de horas comparada con otras profesiones es inferior. Los interinos que van cambiando de módulos si utilizan esas 37 horas y mas preparando las clases pero los que vamos repitiendo módulos no hay semanas que no trabajamos esas 37horas
Te doy la razón en cuanto a la burocracia yo por mi parte intento huir de ello no aceptando ningún cargo de instituto, yo soy un soldado raso que doy mas clase que nadie por lo aceptar ser tutor, coordinador…. y aun y todo odio la burocracia.
Otro ejemplo de burocracia es lo que esta pasando en Navarra que el año que viene es obligatorio la FP dual al 100% y desde el departamento nos dicen donde aumentar y disminuir las horas de los módulos, como organizar los módulos semanalmente pero sin antes decidir como se va organizar las horas en el instituto y en el taller y sin consultar a los talleres que módulos hay que reforzar o que módulos es mejor bajarlos a la mínima expresión
Y para acabar cada especialidad de FP es distinta y en mi caso mi especialidad son con muchas horas de taller que si tienes conocimientos no son llevaderas y doy dos módulos. Comprendo que por ejemplo los profesores de FOL que llevan 7 grupos distintos de familias profesionales distintas su trabajo puede ser menos satisfactoria
Para acabar llevo 22 anos como profe y solo cambiaria de trabajo si me tocase la lotería y no necesitase trabajar para vivir
Si pasas las tres páginas del pdf incrustado ya verás que no afecta solo a determinadas especialidades de FP. 😉
Como profesor de Tecnología con 24 años de servicio, creo que nuestro problema son precisamente «los vocacionales». Reconozco que ni tenía formación cuando entré ni la tengo ahora, creo que no es necesara para dar clase. Me metí como mal menor porque en mi ciudad no había otro trabajo para ingeniero (a mi alcance). Cualquier otro funcionario de mucho menos nivel que nosotros (lease Mosso) cuyo temario no ocupa más que un libro de 3º de ESO, gana mucho más que nosotros en muchas mejores condiciones. Porque han sabido «apreteu» a la sociedad y colocar su mensaje. No cambian el cartucho de la impresora si no entra en sus funciones. Punto. No digamos los médicos, siempre listos para terminar pronto en lo público e ir corriendo a lo privado por la tarde. En cambio en lo nuestro, convocas un claustro un martes a las 16:00 h y tienes sentados allí a 60 funcionarios A1.
O dile a cualquier funcionario que en lugar de recibir formación en tiempo de trabajo lo haga por la tarde.
Otra cosa que me llama la atención son nuestros sindicatos, siempre liados en otras cosas distinats a la que debería ser su función. Menos horas y más dinero.
En fin, en cierto modo tenemos lo que nos merecemos.
No estoy de acuerdo con la generalización hacia otros funcionarios. Siempre he defendido que en todas las profesiones, tanto públicas como privadas, la mayoría de trabajadores hacen bien su trabajo. Otro tema es que haya profesiones más reivindicativas que otras y que, por eso consigan mejores condiciones laborales.
No me he explicado bien, por supuesto que no pongo en duda que hagan bien su trabajo. En lo que incido es que siempre lo venden sin escrúpulos. Que lo hagan bien tampoco es difícil en algunos casos, porque la cualificación necesaria es poca y en todo caso menor que la nuestra.
Totalmente de acuerdo con lo expuesto. A ello hay que añadir el problema demográfico. Yo pertenezco a la generación del baby boom y éramos 100 por plaza. Las administraciones piensan que todavía es igual y que basta chasquear los dedos ( que es a lo que estaban acostumbrados) para que haya candidatos
A ello unimos los salarios lamentables, el total desprestigio intelectual en el que hemos caído, etc…
Y sería peor de no mediar, como han dicho, el lamentable mercado laboral español…
Como bien dices y se repite en los argumentos… si el mercado laboral fuera mejor (como está sucediendo en otros países), el problema sería mucho mayor. En esos países lo está siendo y están tomando medidas de choque para intentar paliarlo. A pesar de ello siguen sin poder encontrar suficientes candidatos porque, otro tema que se obvia, es que la profesión docente está muy envejecida y en unos diez años habrá un montón de jubilaciones.
En mi entorno próximo he observado como cada vez más personas con un perfil profesional similar al mío relegan a un segundo plano o desechan la docencia como una opción de trabajo. Pero creo que para entender el alcance del problema sería necesario estudiar exhaustivamente cada una de las Comunidades Autónomas. Los datos que expones de Cataluña son alarmantes, pero también pueden deberse a otros factores.
Si te refieres al requisito lingüístico lo obvio porque, con ese mismo requisito, hasta hace nada «se pegaban» por opositar, con un montón de aspirantes por plaza. Lo que ha cambiado es la concepción de la educación y las condiciones laborales (que han empeorado muchísimo respecto a cuando yo empecé). Un saludo y gracias por pasarte por aquí.
Yo tampoco volvería a dedicarme a la docencia de haber sabido esto. Llevo 21 cursos a mis espaldas y ya he intentado cambiar de trabajo, pero es muy complicado.
La docencia «atonta» en sentido profesional. Somos cada vez mejores en nuestra profesión pero, al igual que en otras, nos amoldamos al trabajo y somos menos útiles para cualquier otra cosa.
Y gracias que el sector privado en España es un infierno. Si no fuera así, tendrían que importar los profesores de China. Y la administración lo sabe.
Lo único que se salva de la educación es de la puerta del aula hacia adentro. Todo lo demás me repugna: las programaciones, las reuniones insufribles ( de casa hay que salir f…. y hablado), las oposiciones completamente alejadas de la realidad de la docencia y convertidas en un instrumento de tortura y sufrimiento añadido para los interinos y una máquina perfecta de fabricar funcionarios y aniquilar docentes. Me repugna el negocio de los máster, los títulos de idiomas para hacer puntos…
Me repugna el trato vejatorio que se da al profesorado interino, tratándolo sin ningún respeto como mercancía que se mueve cada año de un centro a otro con absoluta normalidad. Me repugna que con la mayoría de compañeros solo se puede hablar de chorradas, gilipolleces, superficialidades y risas flojas.
Se suele poner el foco en los alumnos pero sinceramente, me preocupan bastante más los profesores que los chavales. Los veo más desnortados, más perdidos, más muertos en vida, sin frescura, sin capacidad crítica.
No podría estar más de acuerdo con muchas de las reflexiones que plasmas en tu comentario. Gracias por pasarte por aquí.
Me ha llamado la atención cómo has expresado lo de que ahora ya no te dedicarías a la docencia, porque yo lo siento muy similar. Mi manera de decirlo es esta: me han robado la vocación. Antes me dedicaba a mi vocación; ahora tengo un trabajo. Y no es porque con los años me haya desencantado, es que esto ya no es lo que era. Papeles, burocracia, alumnado cada vez más problemático y con peor nivel… Cada vez dedico más tiempo a chorradas y menos a enseñar. Una pena muy grande, la verdad.
Una gran pena. 🙁