Hace mucho tiempo que opté, más allá de experimentos puntuales con anuncios o, incluso en alguna ocasión intentarlo con un modelo de donaciones, por seguir manteniendo la esencia del blog. Son etapas que, puntualmente, seguro que todos los que os pasáis por aquí y tenéis un espacio para compartir cosas os habéis planteado en alguna ocasión. Pues bien, hoy he querido retomar el modelo de donación voluntaria, pero ir un paso más allá.

¿Qué significa ir un paso más allá? Pues con las limitaciones que me impone mi concepción del procomún y del negocio educativo, me he propuesto habilitar la posibilidad de que todos los que os pasáis por aquí podáis haceros mecenas del blog. No quiero que me patrocine ninguna empresa de las que me han ofrecido poner publicidad. No quiero publicar ni un mísero post patrocinado en el que hable de las bondades de una herramienta educativa que, ni he probado ni voy a probar jamás. No voy a dejar que nadie me diga qué y cómo debo escribir.

Otra cuestión es que, por motivos variopintos, este blog se ha ido de madre. La cantidad de visitas. Los cambios a nivel de maquetación o plugins que he adquirido para mejorar el blog. El número de comentarios, correos electrónicos e interacciones que, de la forma más rápida posible, intento responder. Lo sé. Esto ya ha dejado de ser mi chiquitín para convertirse en un blog adulto. A pesar de ello sigue siendo, en muchas ocasiones, mi bitácora personal. Una esencia que jamás va a perder.

Por ello ayer opté por la posibilidad de recuperar las donaciones puntuales, además de poder convertiros, los que os pasáis por aquí, en mecenas de todo el tinglado. A algunos, como siempre, les va a parecer mal (porque todo lo que hago les parece mal). Y, seguramente, me acabarán criticando por creer que obligo a algo que dejo como totalmente voluntario.

Es que lo de acusarme de tener enlaces a mis libros en el blog o, como es el caso, retomar el modelo de donaciones y ampliarlo a un modelo de mecenazgo, en el que se permita a los mecenas aparecer en una página específica para ello, es algo que solo es lícito si lo hacen «sus amiguetes». Pues esto no va así.

Por cierto, antes de que se me despiste (que ya no iba ni a hacer publicidad del modelo de donaciones/mecenazgo), a continuación os pongo el enlace donde podéis colaborar.

Así pues, ya sabéis. Parte de la extra tiene un destino claro… el ayudarme a mantener el tipo con la ingesta de horchatas y, para los que les guste el riesgo, unirse como «membership» a ser mecenas del blog. Unos mecenas que, de forma voluntaria, podrán aparecer en una página específica.

Recordad que relacionarse conmigo está penalizado por varios colectivos (des)educativos. Y esto es algo que, antes de colaborar conmigo, debéis tener muy claro.


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