En el día de ayer se publicó en un medio generalista una entrevista (fuente) al neurocientífico Ricard Solé en la que, dentro de las respuestas que daba, aparecía lo siguiente:

 La neurociencia nos ha enseñado que el libro de papel, para aprender, para comprender, memorizar o establecer relaciones entre partes de un discurso es mucho más poderoso que cualquier medio digital. Pese a que se hable de lo maravillosos que son los medios digitales, para la educación eso está lejos de ser cierto.

Como siempre he defendido, es importante saber qué dice la ciencia acerca de ciertas cuestiones relacionadas con la educación y, por ello, siempre he huido de la única fuente o de «lo que yo creo que debe ser». Quizás por eso tengo carpetas en la nube, de una organización más bien caótica, en las que incorporo todo lo que va apareciendo, que supongo que es interesante por lo que puede implicar en mi ámbito profesional, y que voy intentando leer.

En el caso que nos ocupa, ya son muchos los años en los que llevan apareciendo estudios que dicen que lo de la digitalización de las aulas, tal y como se está haciendo, es una mala idea. Hay datos que indican que la gran dotación masiva de portátiles que se hizo cuando fue Ministro de Educación Gabilondo hace poco más de una década, no revolucionó la educación. Incluso, según los diferentes estudios publicados, pudo lastrar el aprendizaje , especialmente del alumnado más vulnerable, tal y como se indica el siguiente análisis (enlace).

  • Un uso moderado de las TIC para hacer los deberes en casa (1‐2 veces al mes) ejerce un efecto positivo y significativo en la evaluación digital para alumnos no repetidores (+21,44 puntos). Pero la utilización de las TIC para realizar los deberes en casa con mayor frecuencia no tiene un impacto significativo.
  • La participación total en Escuela 2.0 ejerce un efecto significativo y negativo en alumnos repetidores de 1 curso (‐133,34) y de 2 cursos (‐294,20).
  • Para todas las CCAA, la disponibilidad de portátil/tableta en el centro ejerce un efecto significativo y negativo en alumnos repetidores de 2 cursos (‐62,04 puntos)
  • La disponibilidad de un portátil/tableta en el centro en CCAA con participación total
    tiene un impacto negativo en alumnos no repetidores (‐27,53 puntos).

Blanco y en botella. La digitalización, especialmente la distribución de tecnología educativa, ejerce un efecto significativo y negativo. Y, en el caso más favorable, simplemente, un efecto neutro sobre el aprendizaje en el alumnado que, normalmente, no presenta problemas de aprendizaje.

Millones de euros tirados porque, como bien sabéis lo que ya peináis canas como yo, el proyecto Escuela 2.0 tuvo una financiación final que llegó, después de incorporar toda la financiación autonómica, a cerca de 500 millones de euros. En el caso del Ministerio, solo en el primer año de su aplicación (2009/2010), se destinó 200 millones para ello (fuente).

Y, por cierto, si me permitís hacer un inciso, seguramente os sorprenda (o quizás no) que lo que fue un fiasco en su momento, sea retomado ahora con fuerza con los Fondos Next Generation UE ya que, como podéis ver, el planteamiento es el mismo que el que se hizo con el fiasco de la Escuela 2.0 y su reparto indiscriminado de portátiles.

1. Aulas digitales: Dotar de recursos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación a los alumnos y los centros: ordenadores portátiles para alumnos y profesores y aulas digitales con dotación eficaz estandarizada.

2 .Garantizar la conectividad a Internet y la interconectividad dentro del aula para todos los equipos y facilitar el acceso a Internet desde los domicilios de los alumnos en horarios especiales.

3. Asegurar la formación del profesorado, tanto en los aspectos tecnológicos, como en los aspectos metodológicos y sociales de la integración de estos recursos en su práctica docente cotidiana. El Programa prevé actuaciones de formación en los próximos cuatro años de especialistas en nuevas tecnologías de todos los centros docentes. Generar y facilitar el acceso a materiales digitales educativos ajustados a los diseños curriculares a profesores, alumnos y familias.

Repetir lo que no funciona en educación es una política estúpida. Salvo, claro está, que haya intereses exógenos que desconozcamos porque, sinceramente, ¿a alguien se le ocurre que si se han gastado cientos de millones en hacer ciertas cosas que no han funcionado, va a funcionar si gastamos algunos cientos de millones más? Bueno, para algunos seguro que funciona muy bien. Incluso hay docentes que defienden un incremento de la digitalización en las aulas bajo el pretexto de que «la culpa fue del profesorado que no estaba suficientemente formado». Siempre la culpa a sus compañeros. Eso sí, que después todos los datos y evidencias indiquen que aprender con medios digitales perjudica el aprendizaje, ya si eso…

Retomando el título del post, tan solo me voy a permitir incorporar dos artículos: uno que habla acerca de las diferencias de comprensión lectora entre el uso de papel y pantallas (enlace) y, un segundo en el que habla que la memoria a largo plazo, con fijación de aprendizajes, es mucho mejor si el medio usado para realizar ese aprendizaje es el papel (enlace).

Las evidencias indican claramente que apostar por la digitalización COMO HERRAMIENTA PARA SERVIR EL APRENDIZAJE dará peores resultados que fijar los mismos en papel. Otra cuestión es que en pleno siglo XXI sea imprescindible conocer y usar determinadas herramientas tecnológicas. Pero eso es otra cuestión muy diferente que vehicular el aprendizaje mediante pantallas.

Bibliografía

Keita Umejima, Takuya Ibaraki, Takahiro Yamazaki, Kuniyoshi L. Sakai. Paper Notebooks vs. Mobile Devices: Brain Activation Differences During Memory RetrievalFrontiers in Behavioral Neuroscience, 2021; 15 DOI: 10.3389/fnbeh.2021.634158

Lauren M. Singer & Patricia A. Alexander (2017). Reading Across Mediums: Effects of Reading Digital and Print Texts on Comprehension and Calibration, The Journal of Experimental Education, 85:1, 155-172, DOI: 10.1080/00220973.2016.1143794

Como estoy haciendo en los últimos artículos, os recomiendo mi nuevo libro sobre educación para mayores de dieciocho, “Educación 6.9: fábrica de gurús”. Lo podéis adquirir aquí (en versión digital o papel) o en ese pop-up tan molesto que os sale. Y sí, me haría mucha ilusión que fuera uno de los diez libros más vendidos sobre educación este curso. 😉


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