Aunque, según algunos, no se hagan proyectos en etapas obligatorias o la realización de los mismos sea algo residual, lamentablemente para ellos, la realidad y las evidencias van contra su discurso. Son mayoría los centros educativos de Primaria en los que se trabaja haciendo “proyectitos” y, en Secundaria, hay Comunidades en las que han reducido horas de otras materias para introducir, de forma obligatoria, proyectos bajo múltiples denominaciones, en casi todos los cursos de la ESO. Esta es la realidad. Esto es lo que se lee en la normativa. El problema es que algunos siguen empecinados en vendernos que todavía se estudia la lista de los Reyes Godos, que los docentes usan apuntes amarillentos para dar clase o, simplemente, que se está en contra de la tecnología por estar en contra del uso de los teléfonos móviles. Algo que se vende muy bien y permite, tanto salir en los medios, como sacar jugosos réditos dando cursos de formación, charlas o vendiendo ciertas cosas.
Pero hoy, ya que ayer no pude hacerlo por un cansancio extraño que tengo, después de haberme reincorporado al trabajo (bueno, a otro trabajo al que debo acostumbrarme, por ser nuevo para mí), voy a escribir el artículo que tengo pendiente acerca de la proliferación de “proyectitos” en Primaria. Una proliferación que no tendría una mayor relevancia si no fuera en contra de los aprendizajes más básicos. Bueno, no me he expresado del todo bien. Lo que quiero decir es que, en el ámbito educativo, hacer ciertas cosas implica menos tiempo para hacer otras. Y, en el caso de ciertos proyectos, ceñir todo el horario lectivo a hacer esas cosas que, seguramente si tenéis hijos en la escuela conoceréis (volcanes, civilización egipcia con la realización de pósters o pirámides de plastilina, estrategias para un desarrollo sostenible, debates acerca del medio ambiente, etc.).
Lo anterior no tendría ningún problema si antes de ello el alumnado supiera leer, escribir, comprender y hacer operaciones matemáticas básicas. Hay un horario lectivo especialmente amplio para poder “perder el tiempo” haciendo ciertas cosas de ese estilo. El problema es que, por desgracia, muchos centros, siguiendo planes educativos demenciales, impuestos directa o indirectamente por algunos equipos directivos, optan por poner los aprendizajes básicos como consecuencia de la realización de esos “proyectitos”. Unos “proyectitos” que, por cierto, no se sustentan de ninguna manera a poco que alguien rasque. Es que hasta mi hija está harta de tener más de un tercio de su horario (¡en cuarto de ESO!) de estas, según ella, tonterías que no le sirven de nada. Hay alumnado que ven que les estamos timando. Y no hay derecho.
No se debería hacer nada antes de que el alumnado tuviera esos rudimentos/conocimientos básicos de ciertas cosas. Bueno, no es del todo cierto. Debería potenciarse, además de la adquisición de esos conocimientos, especialmente en las etapas iniciales del aprendizaje, la educación física, las artes plásticas y musicales, etc. Hay muchas horas para hacerlo en el horario lectivo. Siempre, claro está, que se insistiera en los aprendizajes iniciales que les permitirán, aparte de reducir su situación sociofamiliar de partida, poder realizar unos mayores aprendizajes, mucho más complejos, con posterioridad. No creo que esté diciendo nada fuera de lo que debería ser aplicar un poco de sentido común al asunto. Es que, a menos que alguien quiera ignorarlo voluntariamente, todos sabemos que el fracaso escolar y las diferencias que incorpora la situación sociofamiliar de partida, se fragua en el primer caso, o se aumenta en el segundo, si en las etapas iniciales del aprendizaje no hacemos lo que debería hacerse. Es que hay cosas que van antes que otras. Y no pasa nada por no hacer “proyectitos”. No pasa nada por no poder presentar a las familias ese proyecto que, en la inmensa mayoría de ocasiones, ya conocen porque lo han hecho ellas y no sus hijos. No pasa nada por no poder vender que en el centro se trabaja por proyectos.
Lo que deberían vender los centros educativos es que preparan al alumnado, tanto en conocimientos básicos en los colegios como, en caso de institutos, permiten que el alumnado tenga un buen nivel de conocimientos más amplios. Es importante que esos conocimientos, una vez adquiridos, se trasladen a habilidades y permitan que, al final, el alumnado sea lo suficientemente crítico y hábil para ir adquiriendo, conforme pasan los años, más conocimientos por su cuenta. Esa es la clave pero, para eso alguien le tiene que dar los rudimentos para hacerlo. Los conocimientos básicos que algunos tanto detestan. Bueno, los detestan para los hijos de los demás porque, curiosamente, ellos sí que van a tener en casa el apoyo o el dinero para que sus hijos los adquieran fuera de los centros educativos mediante clases particulares. Así es muy cómodo pedir que no hagan nada en Primaria y que el objetivo básico es que sean felices. A sus hijos no les va a afectar ese desfase de aprendizajes porque, entre los libros que tienen en casa, el nivel cultural de la familia o la posibilidad de pagar para conseguir lo que no pueden conseguir en el colegio, ya tienen protegidos a sus hijos del desastre actual.
A mí siempre me ha preocupado el alumnado más vulnerable. Es una pena que, a ciertos adalides de un modelo de innovación kafkiano, que solo permite venderse bien ante quienes, o bien ya tienen un plan B para que sus hijos no se hundan con el mismo, o desconozcan la realidad que subyace tras esos “proyectitos” que se hacen en lugar de aprendizajes básicos, estén perjudicando al alumnado más vulnerable con sus postulados, tanto en las redes como en los medios. Postulados que, por cierto, se han escrito negro sobre blanco en las últimas leyes educativas por parte de Ministras muy progresistas que, curiosamente, envían o han enviado a sus hijos a centros muy tradicionales en los que estos “proyectitos” no tienen cabida.
No es una crítica a hacer proyectos. Es una crítica a un modelo educativo que prioriza ciertas cosas antes de centrarse, tanto en lo que dice la evidencia, como en lo que sería lo mejor para el alumnado. Y repito, en mi caso, podría venderme y defender los “proyectitos”, la aplicación de matemáticas de moda, que lastra el aprendizaje en matemáticas de todo el alumnado o, simplemente, el poner el móvil en el centro del aprendizaje, diciendo que la culpa de que ciertas innovaciones salgan mal es que el profesorado no quiere o no sabe innovar, ya que mi hija tiene un paraguas importante en casa para suplir ciertas cosas. El problema es que a mí me interesa, especialmente, ese alumnado más vulnerable al que se perjudica con todo esto. Alumnado vulnerable que forma parte de la misma sociedad en la que yo vivo y para el que me interesan las mejores oportunidades ya que, egoístamente, si a todo el mundo le va bien, de rebote me irá bien a mí. Alumnado que se merece que no le hundan en la miseria con determinadas prácticas educativas porque ellos y sus familias no tienen las posibilidades que tienen otros.
Muchas gracias a D. por la inspiración para escribir este artículo. Fue un placer charlar contigo.
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He de decir en primer lugar que estoy de acuerdo con la idea que subyace, creo, la de la necesidad de dotar de “consistencia” el aprendizaje básico, el que reclama un desarrollo del cálculo mental, de los conceptos básicos que se manejan en el pensamiento matemático y científico, (geometría, número, cantidad, “operación”, precisión, rigor, etc.), con miles de variantes, graduación de dificultades, y ejercicios, con retos que hicieran sentir a los alumnos su propio progreso, avanzando desde Primaria hasta la ESO, donde si se han adquirido esas bases, el álgebra, la trigonometría, la química, la física, en fin, otras ciencias exactas, se entenderían y se asimilarían mucho mejor, de la lectura comprensiva y progresiva (yo invertiría la mitad del tiempo, desde que echan los dientes hasta que les sale la barba, en avanzar con la técnica lectora para llegar a dominar cualquier tipo de texto…y) la expresión (verbal, escrita, en público, etc.) y por último, la asimilación progresiva de otro idioma, pero no como vehículo para el aprendizaje, sino como alternativa de la comunicación.
Como usted dice, hay tiempo de sobra para ocuparse de esas bases, y darles solidez y fundamento, pero además, son esas bases las que “motivan” a los alumnos, los retos (siempre a su alcance, claro) que supone su dominio. Y como complemento, para realizar los que usted llama “proyectitos”, no estorbaría un sustrato teórico bien construido con conocimientos de HISTORIA, GEOGRAFÍA, BIOLOGÍA/MEDIO-AMBIENTE/GEOLOGÍA, etc. Aquellas “ciencias no exactas” que podrían nutrir precisamente los textos que se utilizaran en el aprendizaje de la lectura comprensiva y la expresión (cosa que, por cierto, a las editoriales de libros de texto, no se les ha ocurrido editar nunca). Y todavía quedaría tiempo para el deporte, el teatro, la música, el ajedrez…poco a poco y cada cosa en su lugar… hasta tener unas mentes BIEN PREPARADAS para abordar el conocimiento técnico a fondo culminando una buena educación obligatoria: Matemáticas, Lengua, Computación, etc.
Y ahora le diré, que tal vez le sorprenda, porque yo misma me siento extraña ante mis colegas: yo soy PEDAGOGA. Escribí cosas muy parecidas a las que usted dice, hace ya años, y mi libro tuvo un recorrido muy corto, porque la editorial cerró al poco tiempo, y porque yo soy una “desconocida”. Ya estoy jubilada, pero sigo preocupada por la educación, y más específicamente por la ENSEÑANZA (o sea, nuestro “sistema educativo”). Está en e-book y se titula “La enseñanza utópica. Una filosofía de la educación”.
Es que ser pedagogo no implica tener que estar cortado por un determinado discurso educativo. Al igual que hay docentes que piensan en que los “proyectitos” son una buena idea o, incluso algunos que dicen que debemos establecer un modelo de “utilitarismo” en etapas obligatorias. Me interesan mucho más las ideas y el debate sobre las mismas que si uno es A, B o C. Un saludo y muchísimas gracias por el aporte.
Llevo muchos años dando clases privadas viendo como “el sentido común es el menos común de todos los sentidos” Ahora he decidido preparme oposiciones y creo que entendería mejor el sistema educativo de marte: correr antes de andar, defensa a ultranza de la inclusión con una metodología que no respeta en lo más mínimo la evolución de los niños… todo ello en un mundo de Mr Wonderful que demuestra su fracaso día tras día… Menos mal que yo fui a la E.G.B.
Totalmente de acuerdo. Y añadiría algo como la obsesión por crear pequeños ingenieros informáticos a través de esas horas de robótica y Digitalización que no son más que videojuegos lúdicos que no valen para nada, y que no aportan nada más que a Vodafone y otras empresas gracias a acuerdos como Digicraft. Sesiones impartidas por docents con poca preparación, conexión a Internet que no funciona…muy bonito cara a la galería, nos fascinamos con el brilli brilli pero no se alcanzan competencias básicas.
Los proyectos, fenomenal, pero bien pensados y que duren lo justo, porque para trabajar un contenido como Al Andalus se te puede ir todo el trimestre. En fin, que hay que ir a lo básico. Menos estrés para los chavales, para nosotros…quien mucho abarca, poco aprieta. Al final no te da tiempo a hacer dictados, calculo mental, expresión escrita, lectura…porque estamos a mil esnobismos de dudosa eficacia.
No es cuestión de haber ido o no a EGB. Es cuestión de tener sentido común, ser leído y tener unos conocimientos básicos.
Mi hija tiene 7 años desde que tiene 3 hace proyectos, que no los hace ella claro, es como si estuvieran evaluando a los padres, se tiran tres meses con el mismo proyecto
Mi hija necesita apoyo del logopeda porque no tiene conciencia fonológica y no es por falta de estímulos, está haciendo ahora en segundo de primaria lo que tenía que haber hecho en infantil con lo cual el retraso que lleva es terrible
Para enseñarle a hablar no había tiempo
pero para hacer proyectitos si. Porfavor enseñen a los niños a leer, escribir, comprender y matemáticas según su nivel. En la E G B las clases eran de 40 o 45 niños y aprendíamos más que ahora con 15 hay lo dejo para quien quiera darle una vuelta a eso. Un saludo
Uno de los grandes problemas de estos “proyectitos” es lo que comentas. Algo que, por desgracia, afecta al alumnado más vulnerable y al que necesita más apoyo. Un saludo de vuelta y gracias por contar tu caso.
Bueno, me das la sensación que se queda usted a medias, con algunas verdades pero con una realidad más basada en experiencias cercanas que os cosa. La verdad es que basar una educación al cien por cien en proyectos es algo que no está en ninguna ley. Trabajar por proyecto es solo un método de muchos y depende más de los centros. Lo que viene a decir la ley es que los contenidos debemos darlo de una manera que a los niños se le quede y no se le olvide a los dos días. Es decir, que el aprendizaje debe ser significativo, y no tanto memorístico. Para que el aprendizaje sea significativo, se suele usar métodos activos, no necesariamente proyectos, hay decenas. Y aprendizaje basado en proyecto es solo uno de ellos. Realmente la ley te dice que los contenidos deben darse respetando el ritmo de cada niño y teniendo en cuenta los conocimientos previos para que puedan cubrir conocimientos nuevos. Y el docente propone situaciones de aprendizajes reales donde el alumno pueda aplicar lo aprendido. En diferentes contextos.
Ahora bien. Lo que de verdad me apena es el hecho de que parece que las metodologías activas son cosas de la ministra progre que tiene a su hijo en escuela privada (esto ya es que he ha parecido demasiado demagogo) cuando llevan más de 100 años funcionando en muchísimos países. Aquí es todo una novedad. Muchos docentes aún no están formados. Muchos centros solo quieren aparentar modernidad. Editoriales venden lo invendible y las TIC están hasta en la sopa. La burocracia es absurdo (a lo Español).
Ahora sí, por supuesto que hay que dar contenidos básicos, en la legislación no viene lo contrario. Lo que ahora ha cambiado o está en la línea de cambio, es que se tiene en cuenta al alumno, que todos no aprendemos igual, ni a la misma velocidad. Lo importante aquí, en mi opinión, es la formación constante, que baje la ratio y que quiten tanta burocracia para que el docente ocupe su tiempo en mi que de verdad importa.
Perdonad si está mal escrito, estoy en el móvil, sin gafas. Y en corrector me juega malas pasadas.
Un saludo.
El problema de su comentario es que TODAS las investigaciones y metaanálisis dicen que el mejor método de aprendizaje es la instrucción directa. Y eso, por desgracia, desmonta cualquier ensoñación pedagógica o neolenguaje. Y totalmente de acuerdo con alguna de las medidas que propones.
A qué te dedicas? Porque esto no lo escoge ni profesorado ni equipo directivo. Son leyes impuestas por las que nos manifestamos por vuestros hijos, los de todos, y se nos acuso a los docentes de manifestarnos solo porque queríamos cobrar más.
Pues bien, aquí está ya y seguimos teniendo la culpa los docentes y no los de arriba… sociedad de aborregados…
Soy docente desde hace veinticinco años. 😉
Me encanta lo que ha puesto Cristina yo pienso lo mismo.
Muchas gracias por que aún hay maestras de VERDAD en mayúsculas.
Yo ayudo después del cole a mi hija 4 horas para hacer deberes y estudiar.
No entiende lo que lee, los problemas de mate igualmente se lía y si no fuera por el trabajazo que hacemos los padres con nuestros hijos ni siquiera aprobarían los exámenes.
Desde el momento que los niños están sentados 5 horas dando clase menos el ratito del recreo el cole me parece solo una guardería.
Hay que apostar por un cole que para los peques en lugar de un aburrimiento sea una aventura diaria.
Bajando ratios, trabajando en equipo, más profesores en cada clase que sean multidisciplinares y que mi hija venga llena de emociones por lo aprendido y con mil preguntas para mí.
Mi hija va al cole por estar con sus amigos pero no porque le encante lo que allí hace.
Después de 5 horas sentadas, tenemos otras tantas aquí en casa porque se entera mejor conmigo que en clase.
Una pena.
Animo a los profesionales con mayúsculas que les gusta innovar y realizar las clases de manera divertida con la mayor atención de los niños con creatividad e imaginación.
Y no memorizando sin entender nadaaa, haciendo clases rollooo.
¿Hay que apostar por un cole que sea una aventura diaria y que tu hija venga llena de emociones? En la etapa de Infantil no lo discuto, pero llega un momento en el que algo se habrá de aprender. Y no discuto que en las etapas iniciales del aprendizaje, hay aprendizajes motores y más enfocados “al hacer” pero, por desgracia, si solo enfocamos el colegio en ir ahí a “pasárselo bien” tenemos un problema. Un problema como el que comentas (no entiende lo que lee) que no se soluciona haciendo más “proyectitos”.
Por cierto, lo de despreciar a los profesionales es algo que nunca he entendido. Supongo que también uno sabe operar mejor una rotura de menisco que un traumatólogo o gestionar una nuclear mejor que un operador, con formación y años de experiencia. Debe ser eso.
Tal vez, sin menospreciar lo que tú llamas ” proyectitos” al quehacer del docente que plasma en la planificación curricular como aprendizaje significativo, que si alcanza propósito que desarrollan los estudiantes, sin embargo, es cierto que se debe afianzar la lecto escritura, también fortalecer el hábito lector con lecturas que traten de temas que los lleve a comprender, entender y analizar críticamente la problemática abordadas…
Debatir es algo básico que tiene que saber hacer una persona. Debatir sobre el medio ambiente no me parece un “protectito”, todo lo contrario, es un aprendizaje bastante significativo.
Certero artículo del señor Martí.
Pues está mañana justamente estaba hablando con un profesor de 1 de la ESO, que este curso se está encontrando con muchos alumnos procedentes de un colegio en particular, que pese a las notas que atesoran en Primaria por los”proyectitos”, no saben leer y no entienden lo que leen. Así que en este caso suscribo tus palabras. No obstante, si hace una educación basada en proyectos, o en competencias, o en lo que tu creas, debes saber aplicarlo y hacerlo entender tanto a padres como alumnos, porque el fin es que como sea, aprendan, por métodos tradicional, por proyectos, por competencias, como te de la gana, pero que aprendan lo que tienen básicamente que aprender en cada curso, porque sino, estas engañando a los alumnos, a los padres, a tus compañeros, y ese marrón, lo recogerán otros.
El problema de ir pasando los “marrones” es que, por desgracia, al final se hacen tan grandes que todo el mundo acaba dejándolos pasar hasta que se hacen enormes.
Desde mi punto de vista, ningun gobierno desde que tengo uso de razon ha logrado hacer que los alumnos ni de primaria ni de secundaria lean o sepan las operaciones basicas, gobiernos van gobiernos vienen y como siempre México ha estado en el fondo en educacion, no es este gobierno realmente quien con sus proyectitos como dicen, ha mejorado o empeorado la educacion de nuestros hijos, son todos los gobiernos, quienes ven a la educacion como un negocio a su conveniencia, asi que mejor como padres ayudemos a educar desde casa. A Nuestros hijos
Totalmente de acuerdo.
Creo que hoy día lo novedoso, lo innovador sería volver 30 años atrás y volver a los dictados, a la lectura en alto, a aprender las reglas básicas con las matemáticas…. De esa forma, no engañaríamos a padres y a alumnos.
Así es!!
Buenos días: Como maestra de Primaria con 30 años de experiencia en los que he experimentado gran cantidad de métodos y estrategias educativas suscribo muchas de las cosas que aquí se han dicho .
Estoy de acuerdo sobre la pérdida del norte en educación, empezando por las autoridades que muchas veces no saben del tema, pasando por los equipos directivos de los centros obsesionados con el márqueting y acabando con los propios docentes sepultados bajo montañas de burocracia y de exigencias por parte de todos los agentes sociales que les someten a un juicio constante.
Es por eso que, a menudo, sufres de la incomprensión y sientes soledad e impotencia cuando sólo tratas de hacer tu trabajo con buenas prácticas educativas e ilusión renovada para inculcar en tu alumnado el valor del esfuerzo y de salir bien preparados del colegio a un mundo cada vez más complejo y competitivo.
Totalmente de acuerdo!
La burocracia es otra losa más que se añade a demasiadas. Y, por desgracia, el tema de la “mediatización” de la educación también es algo que tiene muchos efectos negativos ya que, al final, es más importante vender qué se hace que hacer cosas que, sin poderse vender, son más útiles para el alumnado. Un saludo.
Comparto todo lo que dices Rosa, como docente nada me ocupa y preocupa más que encontrar nuevas estrategias, métodos o
formas para que los niños puedan apropiarse de los contenidos o saberes pertinentes. La infancia como la conocimos quienes estudiamos hace 20, 30 o más años no existe, tenemos en las aulas un modelo de estudiante que llega atravesado en su mayoría por el mal uso excesivo de la tecnología lo que genera mayormente déficit en la atención y un aburrimiento crónico por llamarlo así, algunos vienen de padres muy jóvenes, familias separadas, o ausencias debido a la crisis económica que lleva a ambos tutores al mercado laboral.por nombrar algunos condimentos de las trayectorias actuales que pueden ser tan diversas como estudiantes pisen un aula. También nos encontramos con que en grupos de 25-30 niños tenemos algunos con discapacidad, a esto llamamos inclusión, lo cual exige planificaciones extra, mayor dedicación y un montón de herramientas que no tenemos y no son de fácil acceso. No puedo dejar de mencionar las horas y más horas que dedicamos a diario en nuestro hogar para planificar, llenar informes, completar programas, realizar proyectos, unidades didácticas, corregir y nuevas ideas que parecen venir de quién nunca tuvo un grupo a cargo ni siente empatía al respecto. Horas que no cobramos porque aunque somos profesionales de la educación se nos paga como a un obrero mal asalariado, yo por ejemplo trabajo en dos lugares y cuando puedo en tres, me acuesto entre las 2 y las 2:30 a.m y me levanto a las 06:15hs en un día laboral normal.
Dicho eso, la educación, al menos en Argentina, depende exclusivamente de las ideas del gobierno de turno
;dando un papel simbólico a los equipos directivos y ante discusiones sacando noticias falsas que ponen a la sociedad en contra de los docentes haciéndolos responsables por la mala calidad educativa, cuando en realidad somos el último fuerte en pie que sostiene a la educación.
No quiero caer en el pesimismo, elegí mi profesión y lo seguiré haciendo con gusto, ayudando a formar personas pensantes y autónomas. Pero, y lo digo con tristeza, en mi hogar mis hijos tienen prohibido estudiar cualquier cosa relacionada con la profesión docente.
Creo que has puesto el foco en el sitio erróneo. Soy profesora de infantil y desde hace más de 12 años llevo trabajando el aprendizaje basado en PROYECTOS. Si en mayúsculas, porque ocupan la mayor parte del horario. No son proyectitos de un semana con trabajos encargados a las familias y una exposición de murales de cara a la galeria, que parece que es lo que tú describes. Son proyectos profundos en los que incluyo de diferentes maneras todos esos aprendizajes básicos que aparecen en el currículo y muchos más que son fundamentales para el futuro de mis alumnas y alumnos (toma de decisiones, búsqueda de información, solución de problemas, trabajo en equipo…).
Sin embargo, cualquier docente te dirá, que el gran problema de la educación hoy en día es que hay gente que no ha estado en un aula en su vida que pretende justificar su puesto inventándose una serie de documentos y burocracias absurdas que no tienen ningún sentido dentro del trabajo en el aula.
Ahora infórmate un poco de esto y escribe un artículo con los “proyectitos” que hacen estos políticos, asesores y mal llamados expertos, que terminan siendo realizados muchas veces sin información suficiente por los docentes y que se exponen de cara a la galería. Un saludo
En primer lugar, sin querer entrar en la confrontación, te recomiendo que leas la normativa que indica qué se debe saber en Infantil. Y, por favor, antes de ponerte a despotricar contra cuestiones que no tienen nada que ver con el artículo, para abocar no entiendo muy bien el qué, intenta responder a lo que planteo. Por cierto, ¿es fundamental en Infantil el aprendizaje de cuestiones que se adaptan a modelos empresariales? Dale una vuelta. Un saludo.
Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que has escrito. Los proyectos de infantil son un inmenso trabajo para los padres.Me encantan los proyectos en primaria cuando se realizan en el colegio y son para repasar contenidos importantes ya aprendidos; bueno ahora son saberes básicos… Estar un mes investigando sobre cómo eliminar el pulgón de las plantas, me parece absurdo para niños de primaria porque dan más importancia a esto que a escribir un texto con los signos de puntuación adecuados y una ortografía correcta.
Y sigo y no termino… Y los más desfavorecidos y vulnerables, con este sistema, los más perjudicados porque no tienen en sus hogares la cultura y la enseñanza que puedan tener otros.
En el artículo no he cuestionado el hacer proyectos en el aula, después de un aprendizaje de contenidos. Y, como bien dices, es el alumnado más vulnerable el más afectado por este tipo de ¿metodología?
Bueno, creo que no tienes ni idea de pedagogía ni de didáctica…y que tampoco eres maestro o profesor. Creo que no dominas el tema sobre el que escribes y que tú experiencia como padre actual y como alumno en el pasado es todo de lo que dispones para sentenciar de este modo. Más allá de los informes PiSA de esos países en los que los jóvenes leen tan bien, me gustaría que supieras que no es oro todo lo que reluce en algunas de esas lugares/sociedades con, por ejemplo, altos índices de alcoholismo o un número elevadísimo de mujeres víctimas de violencia de genero. En fin, siempre ha habido buenos y malos docentes. Los buenos consiguen, independientemente de la metodología que utilicen y del país en el que enseñen, hacer que sus alumnos lleguen lejos, que sean personas íntegras e
independientes,etc. Siempre, por supuesto, que las familias eduquen como deberían en las sociedades en las que nos ha tocado vivir. No todo debe recaer en la escuela, amigo.
Debe ser eso. Veinticinco años de aula y profesor de Tecnología (la asignatura que, curiosamente, tiene el método de hacer proyectos integrado en su currículo). Supongo que, como bien dices, no tengo ni idea de nada de lo que escribo. 😉
Muy interesante reflexion ; en Uruguay estamos en pleno proceso de reforma educativa centrada en competencias ymuchas veces sentimos que algunas autoridades se manejan con titulares o conceptos desprovistos de bases ancladas en él acervo y practica docentes.
Bueno creo que lo que has escrito es algo desacertado y solo se limita a la mala utilización de la educación por proyectos (EPP), todas estas nuevas tendencias educativas, como EPP, buscan no solo darle enseñar el caracter utilitario de los conocimientos, sino que esto sea un punto de partida para llegar a la formalización del conocimiento, y de esta forma el conocimiento no se “dicta o entrega”, sino que se construye, eso hace darle un enfoque investigativo a la enseñanza desde el punto de vista del estudiante, que es una debilidad en casi todos los sistemas de educación, y es por eso que sistemas educativos como el de Singapur, Noruega, Japón, son diferenciales y agentes de cambios, porque ven en los “proyectitos” un punto de partida para llegar a la generalización de un conocimiento, un ejemplo sencillo, si yo quiero enseñar la suma a niños de 5 o 6 años, tengo dos opciones: 1. Hacerlo de forma tradicional, a tablero y tiza y “entregarles el conocimiento”, o 2. Realizar un “proyectito” en el que ellos deban utilizar la suma (por ejemplo uno muy comun llamado “mi tienda”) y sean los estudiantes (con ayuda del profe) quienes descubran de que se trata la suma e incluso sean capaces de llegar a la formalización. En ambas opciones puede que aprendan, pero el aprendizaje significativo que da la opción 2 le va a dar al estudiante la posibilidad no solo de saber operar, sino de entender lo que hace, por otra parte es muy obvio que la segunda demandará algo mas de tiempo, sin embargo, si se desarrolla como debe ser se puede seguir todo el curriculo sin afectaciones.
¿No solo darle el carácter utilitario de los conocimientos? Así que me das la razón. Por cierto, cuando una opción es perjudicial, especialmente para el alumnado más vulnerable y obliga a detraer tiempo de otras cosas, es que quizás no se haya elegido la opción correcta.
Muy cierto lo q dices pero se debe hacerse como debe de ser y vemos q en nuestra realidad no es así por eso dice que se está perdiendo el tiempo con esos proyectitos
Jordi: he leído algunos de los artículos que presentas en esta “página” y coincido contigo en que hemos saturado la educación de “términos”, prestados de otras disciplinas a tal punto que las ciencias pedagógicas han quedado hecha una “colcha de retazos”, que han desfigurado el trabajo docente en el aula y confundido al docente que ya no sabe por donde empezar y esos “polvos” (metodologías) traen estos “lodos”(baja calidad de los aprendizajes ) y peor la falta de dominio de los contenidos básicos e imprescindibles de cada grado. Los docentes se han enredado en el “bosque pedagógico”( términos, metodologías milagrosas etc.) y perdido la dimensión de los árboles( alumnos). Hace falta más espacio para que la escuela se organice en torno al pensamiento práctico que nace y surge en su contexto cotidiano. Es esa epistemología de la práctica la que puede generar teorías curriculares , didácticas y evaluativas.
Sigue escribiendo esas ideas producto de tu enriquecida experiencia , que comparto en su totalidad porque así camina la educación, con los mismos problemas en nuestro país, Panamá y América Latina.
Muchas gracias por tus palabras y el comentario. Un saludo desde el otro lado del “charquito”.
Totalmente de acuerdo contigo Maximino Espino, aquí en México parece que creen las autoridades educativas que entre menos se entiendan los planes y programas con el uso de nuevas palabras y frases dentro de ellos, el currículum será mejor. Y resulta todo lo contrario, porque nadie entiende que es lo que quieren, por lo tanto, los docentes terminamos por realizar lo que interpretamos y lo que creemos que les va a funcionar a los estudiantes.
El resultado de cómo estamos ahorita con todos los avances en la ciencia y la tecnología, se ha dado a partir de los niños y jóvenes que estudiaron en generaciones anteriores. Entonces, no se estaban haciendo las cosas tan mal, evidentemente había que mejorar ciertas cosas, realizar ajustes, pero tal parece que no era suficiente y quieren experimentar con las nuevas generaciones, falta ver los resultados de estos cambios en 15 o 20 años más.
Excelente artículo Jordi Martí
Estamos absorbiendo “palabros” en educación por encima de nuestras posibilidades. Y eso, al final, repercute en un desconcierto permanente entre los profesionales que, un día tras otro, están en el aula. Un saludo y gracias por tus palabras.
Cierto!
Buenas tardes, saludos desde Republica Dominicana, me gusta mucho lo que escribes. seria bueno leer tu opinión sobre como alfabetizar en la escuela primaria.
A ver si indago un poco acerca del tema porque, aunque no se lo crean algunos, se ha de leer mucho antes de poder opinar con cierto fundamento. Y el tema de la alfabetización inicial es algo muy complejo y lleno de aristas. Muchas gracias por pasarte por aquí, tus palabras y dejar tu comentario.
Buenos días.
Has dado en el clavo de nuevo. Tenemos un problema que se va acrecentando con el tiempo: los alumnos que salen de primaria lo hacen cada vez con más lagunas, fundamentalmente en la comprensión lectora, entre otras cosas. Hago especial mención a esa área dado que es fundamental que los alumnos lleguen a secundaria con las herramientas suficientes para comprender un texto de manera efectiva. De no hacerlo, empiezan esa etapa con una gran carga a los hombros que podrá lastrar su paso por la etapa de secundaria.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, en primaria hay tiempo para todo, pero por favor que los alumnos salgan de primaria con unos mínimos y con hábitos de lectura bien arraigados.
Un saludo.
Hay tiempo para todo pero, como bien dices, si destinamos todo ese tiempo a “proyectitos” u otros inventos cara a la galería, lastramos futuros aprendizajes basados, entre otras cosas, en la lectoescritura y la comprensión lectora. Un saludo de vuelta.
Hola Jordi, estic intrigat pel nou treball. No podries contar-nos un poc més de què es tracta?
Salutacions
Tan sols he tornat, per motiu més personals que professionals, a la zona gris de l’administració. Més enllà d’això, com bé sabeu els que em llegiu, mai parlo de temes dels meus centres o de quan vaig estar per primer cop a l’administració. És per una qüestió d’ètica professional.
Buenas noches:
Da gusto ver que no está uno solo en pensar que estamos buena parte del tiempo perdiéndolo y al menos a mí no es algo que precisamente me sobre.
Yo he sido de esos que ha sido obligado, directa e indirectamente, a hacer “proyectitos” y que he sentido que lo que estaba haciendo es no hacer mi trabajo. Eso hizo que el dar clase se convirtiera en algo realmente frustrante porque veía que se daba prioridad a cualquier cosa antes que a lo básico “porque eso no inspira ni motiva”. Siempre había tiempo para la última ocurrencia de cualquier “miembro de la comunidad educativa” antes que para dedicar tiempo al transcurrir normal del aula. Siempre se nos decía que había que hacer los proyectos porque eran mucho más motivadores. Que se sacara algo en limpio de ellos ya es otra cosa, supongo.
Sin embargo también entiendo que ciertos “proyectitos”, mientras se realicen en el aula, no ocupen gran parte del tiempo, se realicen una vez establecidos los conocimientos básicos de la unidad y se hagan en ciertas asignaturas (estaba pensando en las de ciencias), ayudan a que el conocimiento sea más profundo.
Como dices hay tiempo para todo.
Un saludo.