Entiendo que algunos, especialmente aquellos personajes que viváis de dar charlas, de montaros un chiringuito relacionado con la educación o, simplemente porque os parece maravilloso todo lo que hagan los vuestros, tengáis ganas de cuestionar todo lo que vaya en contra de vuestro negocio o ideología. Entiendo que algunos hayáis cogido ciertas prácticas educativas o articulados legislativos y los hayáis convertido, por determinados motivos, en vuestra biblia particular. Esa que, por lo visto, no puede modificarse y que, curiosamente, la vais a interpretar siempre de la forma que más os beneficie a vuestros intereses.

El problema es que, aunque a mí también me gustaría que todo lo que creo fuera verdad, no lo es. Por mucho que algunos me vendáis los beneficios del DUA, no los tiene. Por mucho que algunos fabuléis acerca de las inteligencias múltiples, no deja de ser una fábula. Por mucho que pontifiquéis acerca de una inclusión, sin recursos y al margen de la atención individualizada fuera del aula convencional, la práctica nos dice que no funciona. Ya no es solo la práctica. Es que todos los datos, las investigaciones y la experiencia de casi toda la comunidad educativa, dice que no es así.

Hace unos días escribí acerca del replanteo de la educación escocesa (enlace). Me encontré con varios informes del propio gobierno escocés, en los que avisaba de los problemas que estaba teniendo el modelo de educación por competencias que habían planteado y estaban haciendo reformas en el mismo No pasa nada. No se cae ningún mito. No lo escribí para desmontaros ninguna religión. Lo hice porque es lo que se dice desde el propio gobierno de Escocia. Lo sé. A algunos os cuesta encontrar los datos porque, o bien no queréis encontrarlos o, simplemente, no sabéis buscarlos. Solo hace falta pasaros, entre otros, por los siguientes (va, os lo doy masticadito).

El más importante de los documentos anteriores es el reemplazo del SQA, en el que se incluye cómo va a afectar al modelo de competencias y el modelo de exámenes que se va a retomar. Así pues, lamento deciros a los que, desde vuestro púlpito, no habéis sabido encontrar nada, que tenéis un problema. Pero bueno, es lo que tiene no querer/saber buscar. Con lo fácil que nos ponen la búsqueda más allá de lo que dice nuestro amiguete en las redes sociales.

Pero, lo que es más importante, ¿de verdad os pensáis que los que cuestionamos ciertas cosas lo hacemos porque no nos gustaría que funcionaran? ¿De verdad creéis que no queremos lo mejor para el alumnado? ¿De verdad pensáis que no nos gustaría que, tanto el redactado de la LOMLOE como sus diferentes concreciones y despliegues, fuera una maravilla que afectara positivamente a nuestro alumnado? ¿De verdad nos criticáis por cuestionar ciertas cosas que, según cualquier observador externo con conocimientos, salvo vosotros cuatro, son totalmente perjudiciales para el aprendizaje de nuestro alumnado y complican la labor docente para, con suerte, no obtener ningún resultado positivo en el aula? ¿De verdad nos criticáis por pedir, entre otras cosas y debido a todos los problemas que está incorporando su uso, la prohibición de los teléfonos móviles (que no la tecnología) en el aula?

Entiendo que algunos viváis de ciertas cosas. Entiendo que, dentro del modelo de negocio en el que se ha convertido la educación, queráis sacar tajada de un pastel que cada vez es mayor. Entiendo que no queráis cambiar de religión educativa. El problema es que lo hacéis mal. Buscáis criticar ciertas afirmaciones que hacemos otros y, por desgracia, quedáis más que retratados como lo que sois. Y lo único que sois, al igual que los inquisidores, sois cazadores de brujas y defensores de vuestra pureza. Por suerte no hay hogueras y no estáis vosotros al mando porque, lo que sí que tengo claro, con tanto odio que tenéis a los que os dan pruebas en contra de lo que planteáis o defendéis, estaríamos más de uno quemado en la pira.

Relajaos un poco. Claro que hay cosas por mejorar en la educación. Claro que no podemos comparar modelos educativos anteriores o determinados contextos con otros. Pero, por favor, no os cuesta nada ser un poco más humildes. Se agradecería. Especialmente os lo pido a aquellos que no estáis sacando dinero vendiendo determinadas cosas porque, en caso de los que vais por la pasta, tengo muy claro que daréis el discurso educativo en función del que ponga el dinero. Ya lo he visto en numerosas ocasiones.

No es una crítica a nadie en concreto. Es una reflexión en voz alta porque, al final, ¿qué nos debería interesar a todos? Nos debería interesar que nuestro alumnado tenga los mejores aprendizajes posibles, puedan romper techos de cristal y vivan mejor que sus padres. Algo en lo que sí que tiene que ver la educación. El problema es que algunos se centran en considerar la educación como un vademécum de creencias, o solo en ver cuánto pueden sacar defendiendo o diciendo ciertas cosas. Y este no es el camino.

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