Con tanta mediatización y pulsión eduinnovadora no queda otra que, o sumarte a la corriente o pasar de los grises y empezar a construir un dique, con la finalidad de que ciertas atrocidades no lleguen a afectar al alumnado. Sí, el alumnado y su aprendizaje siempre ha sido la clave del sistema educativo aunque ahora algunos se empecinen en el yoísmo permanente.

Resulta paradigmático que a 11 de mayo de 2021 deba defender cosas de las que no estoy del todo convencido. Es chocante que alguien tan tecnófilo y creyente en la necesidad de cambiar muchas cosas en el ámbito educativo, me vea forzado por el contexto a posicionarme en un modelo estanco y sin fisuras. Es que no te dejan opción. O estás con ellos o contra ellos. El margen para poder posicionarte de forma autónoma y personal se diluye frente a los discursos autoritarios contrarios a la equidistancia. Y, en ocasiones, es lícito y lógico ser equidistante. O debería serlo.

Estar en contra de un plan digital en el que no se incluyan metodologías, pilotajes en condiciones o diseños eficaces, ya hace que algunos te cuelguen el sambenito de estar contra la modernidad. De querer poner puertas al campo. Pues creo que tener dudas acerca de meter Instagram en el aula, por muy chulos que se vendan ciertos proyectos, o plantearme que las herramientas deben ser respetuosas con los datos del alumnado, es lo lógico. Además, también habría de ser de cajón el saber que tener una certificación por una multinacional, por más molona que sea, no hace a uno un mejor docente. Pero, como he dicho antes, si tienes esas dudas ya no dejan posicionarte en la zona de grises. Bueno, sí que puedes. El problema es que, al final, acabas harto de recibir por todos los lados y optas, aunque sea de cobardes, por ancorarte al posicionamiento que más se parezca a tus planteamientos.

Lo mismo que sucede con la memoria sí o memoria no. En este caso la elección múltiple solo consta de dos respuestas: estar a favor o estar en contra. Pues hay tantísimos matices que, por desgracia, sería imposible posicionarse. Pero viendo las barbaridades que están planteando algunos con el aprender a aprender, lo innecesario que supone memorizar nada porque todo está en Google o, simplemente, que debemos hacerlo todo más competencial sin tener ningún tipo de conocimiento previo (apriorístico y, fundamentalmente, de saberes memorizados e interiorizados) hace que la lógica obligue a muchos a posicionarnos abiertamente en contra de esas aberraciones pedagógicas.

Puedo añadir al discurso eduinnovador el tema de la defensa a ultranza de la codocencia (dos profesores en el aula), los ámbitos, la necesidad de eliminar a los especialistas para, desde las Facultades de Educación, crear una carrera para los que se quieran dedicar a docencia en Secundaria,… u otras cosas que se plantean en los últimos tiempos, que hacen que, a pesar de estar obligado a matizar muchas cuestiones, ya pases del diálogo y te enfundes una camiseta con el «no pasarán».

Hoy casi todo el sistema económico y mediático está apostando por un modelo de educación innovador, plagando de publirreportajes determinadas publicaciones y haciendo que, si uno quiere salir bien en la foto, deba hacerlo diciendo abiertamente que cree en, tiene claro que y la típica frase de que en la escuela del siglo XXI hay docentes del siglo XIX y un temario del XX. Y además apoyar ciertas iniciativas como el Teacher Prize, los Grandes Profes o cualquier otro espectáculo en el que sí o sí debes estar.

Es por lo anterior que digo que, no solo en educación, toca enviar a la mierda los grises y posicionarte. Una pena por lo que implica, ya que esa falta de grises lleva a debates estériles, inacción en cosas que deberían hacerse, burbujas educativas que no tienen visos de explotar a corto plazo o, simplemente, a afirmar cosas de las que no estás muy convencido pero que, por necesidad, debes decir.

Ojalá algún día vuelvan los grises (no solo) a la educación. Mientras vuelvan, en el tablero educativo, nos tocará elegir jugar con blancas o negras.


Descubre más desde XarxaTIC

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.